El «Ecce Homo» de Iria: Patrimonio obliga a restaurar bien el peto de ánimas

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

SANTIAGO

MERCE ARES

Una denuncia alertó de que la talla fue pintada a brochazos y sin los permisos correspondientes

28 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Padrón tiene su propio Ecce Homo en la restauración de una talla de Iria, que fue denunciada por un particular. A raíz de la denuncia, la Dirección Xeral de Patrimonio abrió un expediente por la restauración en noviembre de 2011 del peto de ánimas de Iria, situado en la capilla que está en el recinto del cementerio de Adina, en el municipio de Padrón. La restauración, hecha por un particular y que algunos califican como un «horror» y una «chapuza» aún sin declararse unos entendidos en arte, se hizo cuando el encargado de la parroquia de Iria-Flavia era el cura de Herbón, Anacleto Domínguez.

La intervención realizada consistió en «dar unos brochazos de pintura sin ton ni son», según la califican unos feligreses que hablan de que la tabla estaba «hecha un desastre pero ello no justifica la actuación». Se trata de una talla que representa la figura de San Francisco de Asís, rescatando las ánimas del purgatorio, una pieza que procede de un antiguo retablo gótico de la colegiata de Iria-Flavia, lo que habla de su antigüedad.

Preguntado al respecto, el actual cura párroco de Iria-Flavia, Roberto Martínez, explica que, tras la denuncia y la apertura de las diligencias oportunas, en su día contactó con los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio que hicieron una visita al peto para comprobar la veracidad de la denuncia, con los que ha alcanzado un «principio de solución» que pasa, «inevitablemente por restablecer la legalidad». Ello supone la «restauración integral de la pieza por personal cualificado» y bajo la supervisión de los técnicos de Patrimonio». Para esa restauración, que se hará de inmediato, la pieza será llevada a un taller.

Responsabilidad

El cura Roberto Martínez incide, especialmente, en que una de sus funciones como sacerdote a cargo de una parroquia es la de «preservar y custodiar» el rico patrimonio de la misma, como sucede en Iria, «recibido de nuestros antepasados y eso exige responsabilidad a la hora de realizar cualquier intervención que no ha de hacerse sin el permiso del Arzobispado de Santiago y de la Dirección Xeral de Patrimonio», explica el sacerdote.

Esto, en el caso de la iglesia de Iria, añade Roberto Martínez, afecta a a todo su recinto, incluido el cementerio, y su área de influencia, todo ello declarado Bien de Interés Cultural. Por tanto, el sacerdote quiere insistir en que «cualquier reforma en el cementerio de Iria debe contar con todos los permisos necesarios porque, en caso contrario, los responsables se exponen a una cuantiosa multa».