Los jabalíes se resguardan en las Brañas de Laíño, en Dodro, zona libre de caza

Uxía López Rodríguez
uxía lópez DODRO / LA VOZ

SANTIAGO

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Las brañas están llenas de caminos hechos por los jabalíes. m. ares< / span>

12 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los jabalíes han descubierto las Brañas de Laíño, en el municipio de Dodro, y parece que le gustan lo suficiente como para quedarse, quizás porque es zona libre de caza. Varios vecinos alertan de la presencia de numerosos ejemplares en este espacio natural protegido, ejemplares que hasta pueden verse cruzando la carretera comarcal, en la que ya se ha producido un accidente. El gobierno local de Dodro es conocedor de la situación y, de hecho, está realizando gestiones con los servicios responsables de la conservación y protección de la Natureza de la Xunta, porque las Brañas están declaradas como Lugar de Interés Comunitario y no se puede cazar, tal y como recuerda el alcalde Valentín Alfonsín.

Precisamente por ello, porque está prohibida la caza, los jabalíes están resguardados en esta zona húmeda. El Concello y la Xunta trabajan con la posibilidad de meter perros para intentar que «os xabarín escapen para outros lugares», explica el regidor. Si después es necesario organizar una batida o no, se estudiará «no seu momento», añade Alfonsín.

Por ahora, los animales campan a sus anchas en la zona en la que se pueden ver perfectamente su rastro, pisadas y hasta los caminos que tienen hechos por entre las brañas. Y se dejan ver ellos mismos, como la hembra grande que avistó un lugareño o el que cruzó la carretera comarcal. Su presencia inquieta a algunas personas que pasean por las brañas y que, algún caso, han dejado de hacerlo por temor. «Algúns xa están asentados dende hai tempo e outros van e veñen», opina un vecino de Dodro que vio jabalíes. «Fan camiños a diario», dice otro.

Para explicar la presencia de estos animales en las brañas, estos lugareños hablan de que bajan de los montes hacia zonas de cosechas y en aldeas como Tallós y otras aún se plantan fincas de maíz, que los atraen y los hicieron quedarse, en algún caso de forma permanente, debido además a que no hay caza.