La escultura de las Marías recuperará el color inicial en su cuarto repintado

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

monica ferreirós

El coste de la rehabilitación tras la última agresión será de 2.000 euros

03 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Unos 2.000 euros, euro arriba o abajo. Eso es lo que costará repintar la escultura que rinde homenaje en la Alameda a las hermanas Maruja y Coralia Fandiño Ricart, las populares Marías, obra del escultor César Lombera.

El artista se reunió ayer con los responsables de la oficina de Rehabilitación del Consorcio, que le ha pedido presupuesto para reparar el último ataque vandálico que ha sufrido uno de los conjuntos más fotografiados por quienes visitan la ciudad. Esta vez, los saboteadores se han empleado a fondo pintando de dorado, a espray, los rostros de las dos mujeres y dañando también la policromía de las vestimentas.

«Creo que aprovecharé para recuperar los colores originales que tenía la escultura cuando la cree, en 1993», explica Lombera, que se basa a la hora de escoger los colores en las fotografías que se conservan de las dos hermanas Fandiño Ricart. Cuando se instaló el conjunto de bronce, el Consorcio editó un librito en el que, además de este material gráfico, se incluyen testimonios de personas que conocieron a Maruja y a Coralia. César Lombera entregará en los próximos días al Consorcio el presupuesto detallado de la intervención, que no superará, según avanzó, los 2.000 euros.

El repintado supondrá tres o cuatro jornadas de trabajo. Es necesario retirar la pintura vieja, utilizar una imprimación y, finalmente, devolver a las esculturas los colores originales. «Creo que esta vez -señala el artista- pediré se acote un espacio para poder trabajar con tranquilidad, ya que en las otras tres ocasiones no ha sido nada fácil debido a la gran cantidad de gente que se pone alrededor». Lo que descartó por completo es desmontar la escultura y trasladarla a su taller.

Lombera entiende que los ciudadanos y los visitantes interaccionen con su obra como mejor estimen oportuno, principalmente haciéndose fotos. Pero lo que no comparte de ninguna manera es que se dañe a conciencia una obra que es de toda la ciudad y que representa, además, a unas mujeres que ya en vida sufrieron lo indecible. Cree que el color dorado que esta vez ha emborronado los rostros puede ser casual, a diferencia del rosa que ha tenido que retirar de otras obras que tiene expuestas en Pontevedra y que conlleva otro tipo de connotaciones.

De todos modos, que la escultura de las Marías se haya pintado tres veces -la última, en junio del 2011- y esté pendiente de una cuarta en veinte años no le parece excesivo. Lombera cree, no obstante, que convendría repensar la placa de piedra que, al pie de la escultura, explica brevemente la historia de las dos mujeres, ya que apenas se lee. El Ateneo de Santiago, la Agrupación Cultural O Galo y la Asociación de Marmolistas de Galicia mantienen abierta una cuestación para adecentar las tumbas que Maruja y Coralia Fandiño Ricart ocupan en Boisaca, y que están completamente abandonadas.