La lluvia fue el único punto negro en la cita de Lestedo, en la que el pregonero, con orígenes en el concello, derrochó talante y buen humor
18 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La Festa da Filloa de Lestedo, que ayer cumplió treinta entroidos, tuvo un pregonero de altura, y no por la talla de dos metros y trece centímetros que luce Fernando Romay, sino por la grandeza de su talante y derroche de simpatía durante toda la jornada, que disfrutó acompañado de numerosos familiares y amigos.
El invitado de esta edición reconoció en su discurso que la cita gastronómica de este año, el 2013, le correspondía por coincidir con estatura. Romay, pívot de la primera generación del baloncesto con medalla olímpica, dejó el listón de pregonero en un límite casi infinito porque, además de arrancar sonrisas y vivas a la fiesta con sus palabras, disfrutó probando las filloas y también se contoneó al ritmo de los peliqueiros de Laza colocándose de paso una de sus pantallas. Pero con lo que más se divirtió e hizo disfrutar a quienes se acercaron a la Festa da Filloa fue con su jocosa personalidad, dejándose fotografíar con decenas y decenas de personas con sonrisas y socarronería infinita.
El rey de la fiesta se convirtió así en todo un Xeneral del Ulla, aunque, en realidad, la torre de Lestedo no pudiese posar con esta figura del carnaval porque por la mañana solamente se dejaron ver los peliqueiros de Laza, que lo invitaron a dejarse caer por Ourense en carnaval, aunque, como quedó patente, necesite una pantalla a medida.
En su pregón, Romay recordó a su familia materna y sus tiempos de niño en los que su estatura, que a buen seguro ya era imponente, no le impedía «correr por aí, ir beber leite e xogar coa vaca».
Pero sus palabras no fueron las únicas que hicieron olvidar un día de perros, ya que la otrora pregonera y ayer presentadora oficial de la fiesta, la actriz María Mera, estuvo a la altura, nunca mejor dicho, del espíritu del acto oficial de la fiesta, presumiendo de nueva camiseta, con deconstrucción incluida y agradeciendo el regalo de un glamuroso chal de seda pintado a mano con el nuevo logotipo de la fiesta, diseñado por Carmen Pichel, que utilizó a la joven actriz como improvisada Raíña Lupa.
El desparpajo de ambos no se amilanó ante el ritual de colocar los mandiles a las personas destacadas por su labor en pro de la fiesta, declarada de interés turístico al cumplir sus 25 ediciones y que ahora, ya consolidada, busca la excelencia con actividades complementarias como una ruta gastronómica previa.
Diez mil asistentes
La fiesta de ayer fue la primera de Jesús Sanjuás como alcalde de Boqueixón. El regidor, visiblemente satisfecho con el desarrollo de la inauguración,, reconoció que el único pero fue una lluvia que se dejó caer «porque este ano os ovos que ían para Santa Clara quedaron na filloas e por iso saben mellor».
A medida fue transcurriendo la jornada el tiempo mejoró levemente, lo que no impidió un recorte de visitantes respecto al año pasado. Aún así, los cálculos del Concello de Boqueixón sitúan en diez mil las personas que a lo largo de toda la jornada se dejaron caer por la fiesta de Lestedo.
en directo boqueixón celebra su fiesta gastronómica