La catedral descubre la placa de las visitas papales y recibe la reliquia de Wojtyla

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El arzobispo Julián Barrio recibió el regalo enviado desde Cracovia

11 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Ayer fue un día grande para la catedral de Santiago. Se celebraba el treinta aniversario de la visita de Juan Pablo II a Compostela, el 9 de noviembre de 1982, así como su otro viaje a la ciudad, en 1989, y el reciente de Benedicto XVI en el 2010. El acto fue presidido por el arzobispo Julián Barrio y contó con la presencia de una delegación polaca encabezada por el obispo auxiliar de Cracovia.

Desde la ciudad de Polonia en la que vivió Juan Pablo II se envió un regalo del cardenal de Cracovia. Nada menos que una reliquia de Wojtyla, convertido en beato, y que ayer permaneció expuesta en la catedral para que los fieles pudieran venerarla y que a partir de hoy pasará a formar parte del culto en la basílica.

Obra de José Morales

Tras la celebración de la misa, oficiada por el arzobispo compostelano, se descubrió una placa en la que se conmemoran las visitas papales. Se trata de una escultura obra de José Morales (Vigo, 1961) que ha realizado un relieve en bronce en el que figuran las efigies de los dos únicos papas que, como tales, visitaron la tumba del Apóstol Santiago: Juan Pablo II y Benedicto XVI.

La obra, que se ha colocado sobre el dintel del arco de la capilla de Santiago Caballero, incluye la dedicatoria «Summi romani pontifices ad sepulcrum Sancti Iacobi Peregrini», en alusión al carácter de peregrinaje que tuvieron las dos visitas a Compostela de Juan Pablo II y del actual pontífice.

José Morales es autor de varias esculturas en Vigo, sobre todo relacionadas con las gentes del mar. En Santiago es autor de la escultura de Carvalho Calero, situada en la avenida de Juan Carlos I.

Fieles polacos

La celebración coincidió en el tiempo con el día de Polonia en Galicia, que la comunidad de este país celebró ayer en Santiago para conmemorar su independencia. Por ello, fueron muchos los polacos que acudieron a la catedral para asistir a la misa, que también contó con la participación de sacerdotes polacos que se dirigieron a sus compatriotas en su idioma.