El índice de la felicidad cotiza al alza en Mazarelos

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Alfredo Campos impartió una lección sobre los valores

19 oct 2012 . Actualizado a las 11:11 h.

Entre el Ibex 35, el Nikei, los índices de productividad y el Dow Jones es hora de insertar un nuevo índice, el de la felicidad, que ayer cotizó al alza en la plaza de Mazarelos. Es la opinión del catedrático de Psicoloxía da Memoria de la USC, Alfredo Campos, que impartió una lección magistral sobre la situación y los valores de la sociedad actual en un aula muy especial: la calle. Los estudiantes del segundo curso del grado de Psicoloxía se enfundaron en un buen chaquetón que los abrigase en una mañana otoñal para disfrutar de la lección de Campos, que bajo la atenta mirada de Montero Ríos repasó la situación económica y social actual, con unos valores «equivocados» que también impregnan la universidad, «porque non é unha illa» y las instituciones no son más que un reflejo de la sociedad en la que se ubican.

Y aunque el materialismo y la competitividad marcan el devenir de los días en la sociedad occidental, donde lo importante es la posición económica y tener un buen coche y una buena casa, «se non conseguimos de o individuo sexa feliz, estamos perdendo o tempo».

Durante su intervención en Mazarelos, en la que se sometió al escrutinio de los estudiantes de Psicoloxía, pero también de alumnos de Pedagoxía y Filosofía, el docente abogó por acabar con «todo tipo de reválidas» incluida la selectividad, porque «se xa superaches todos os tramos» no tiene sentido que vuelvan a poner impedimentos a un alumno para que continúe formándose. En todo caso, concedió que aquellas carreras con numerus clausus deben mantener algún tipo de sistema de selección de los alumnos, precisamente porque es una lista cerrada.

Bernal Torrado, uno de los alumnos organizadores de esta original iniciativa con la que se cerró la huelga contra los recortes educativos en Compostela, explicó también que el objetivo de esta clase en la calle era «crear pensamento crítico» y que entre todos puedan empezar a «cambiar algunhas cousas».

Campos, halagado por la invitación estudiantil, fue realista. «Veñen ilusionados e eu dígolles que hai que intentar facer cambios no noso entorno» porque el mundo y el sistema no se modifican de un día para otro. La clave es perseverar, como hace él mismo.

en directo clases en la calle contra los recortes