Despedida tras reclamar por seis meses sin cobrar

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO

SANTIAGO

Mario Beramendi

La empleada ha protestado de nuevo esta mañana ante la sede de Xóvenes Agricultores, donde trabajaba

19 oct 2012 . Actualizado a las 14:36 h.

En compañía de su hermana, María Rodríguez se ha plantado de nuevo esta mañana delante de la sede de Xóvenes Agricultores en Santiago para denunciar su situación, uno de esos dramáticos casos con que nos deleita la crisis a diario. Llevaba más de seis meses sin cobrar su sueldo y, después de hacer una reclamación salarial, fue despedida por causas objetivas, en base a la nueva legislación laboral aprobada por Rajoy. La organización para la que trababaja, no obstante, matiza esta versión y advierte de que entre el período en el que no cobró los salarios y el despido objetiva ella había solicitado la baja voluntaria. Sin embargo, ella considera que dio ese paso a sabiendas de que, tras la reclamación, sería una de las afectadas por la reestructuración de plantilla. Después de 22 años prestando sus servicios en el sindicato, ahora saldrá indemnizada. Pero no se conforma. Cree que todo es una injusticia que debe denunciarse. «El despido es improcedente y me corresponde cobrar una cantidad, pero tenemos que visualizar la injusticia», decía esta mañana ante la atenta mirada de su hermana, que la ayudaba a sostener una pancarta en la que ataca a la dirección del sindicato y a sus amistades en el PP. «Yo no entiendo como el señor Pérez Miramontes, el que manda, sigue con su tren de vida, con su yate y su cochazo, mientras al resto de los mortales no nos pagan».

Xóvenes Agricultores vive una situación agónica como consecuencia del drástico recorte de subvenciones y fondos. Tal y como publicó este diario hace semanas, a la gran mayoría de trabajadores se le adeudan entre cuatro y cinco mensualidades, y algunos incluso han pactado su salida al paro para poder tener ingresos en el desempleo. El propio secretario xeral, Francisco Bello, asegura que se trata de una situación indeseada, sobrevenida, a la que están intentando dar una solución. Pero los fondos no llegan. Y la organización vive una auténtica estampida. En lo que va de año, se han marchado de Xóvenes unas 20 personas, un tercio de la plantilla, según confirma el sindicato agrario. Algo que su secretario atribuye a la brusca caída de ingresos, «un 70% no que vai de lexislatura». De la organización han salido incluso algunos históricos, como es el caso de Tomás Díaz Castiñeira, que llevaba más de 25 años trabajando. Francisco Bello advierte de que la situación es tan grave que el goteo de bajas seguirá produciéndose durante los próximos meses. María Rodríguez, madre de una niña de ocho años, tiene por ahora los ingresos de su marido, que todavía trabaja. Pero advierte que estamos ante una situación de constante injusticia, en la que los eslabones más débiles pagan los platos rotos de gestiones desastrosas.