Juan Baleato seguirá vivo en la memoria del Dubra

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

07 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Juan Manuel Baleato Iglesias recibió al fin el merecido homenaje. Casi un año después de su muerte, el exjugador del Dubra y exalcalde de Bembibre fue recordado por toda la gente que tanto le quería. La nueva directiva dio vida a la iniciativa de los anteriores mandatarios del Dubra, que organizaron un partido de homenaje con el Deportivo como estrella invitada. El Dépor de Lendoiro, un buen amigo del desaparecido Baleato.

Fue una fiesta de principio a fin. Primero con unos prolegómenos emocionantes y llenos de cariño. Luego, con el buen espectáculo que brindaron Deportivo y Dubra. El resultado fue lo de menos. Ganaron los de Primera División, que incluso pudieron anotar más goles, pero los de Preferente se sumaron a la fiesta con un fútbol disciplinado y con una entrega que recordó a los más viejos del lugar aquella época en la que Juan Baleato vistió la amarilla de su Dubra.

El Dubra dejó en buen lugar a Juan Baleato. El equipo en el que triunfó el nueve dio la talla, estuvo a la altura y se esforzó al máximo, algo a lo que nos acostumbró durante muchos años el desaparecido ariete.

Cuando se vestía de corto sabía lo que era el esfuerzo y sudar la camiseta. Varias décadas después, la amarilla volvió a vestirse de coraje, esa garra que tantos años caracterizó a la selección española de fútbol. Con Juan Baleato era así. No se entendía el deporte de otra forma. Había que morir en el campo con las botas puestas. No se podía dejar nada para el día siguiente. Y eso hizo ayer el Dubra. Fue el mejor homenaje a Juan Baleato.

En los prolegómenos, su viuda saltó al rectángulo de juego entre grandes aplausos y de la mano de sus hijos Juan Kilo (jugador del Dubra) y Roberto Baleato (defensa del Órdenes). Placas, regalos y muchas flores para rendir el merecido homenaje a un hombre que jamás será olvidado en Bembibre. Y eso lo sabe su viuda, María del Rosario Pérez Millares, Pitusa, sus hijos y todos sus amigos.