Médicos e investigadores discuten en Santiago cómo regenerar el cerebro dañado por un ictus

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

El neurólogo Díez Tejedor y el biólogo Eduardo Soriano expusieron los últimos avances sobre el tema

28 jun 2012 . Actualizado a las 22:19 h.

El Hospital Clínico celebró una sesión científica en la que profesionales médicos y de investigación básica discutieron sobre cómo regenerar el cerebro dañado por un ictus. La jornada se centró en la plasticidad cerebral y en las perspectivas que abre la terapia celular, que son «esperanzadoras», según valoró Exuperio Díez Tejedor, jefe de Neurología del Hospital La Paz y catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid. Otro ponente invitado fue el biólogo Eduardo Soriano, de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigación Biomédica (IRB, por sus siglas en catalán) de Barcelona, galardonado con el premio de investigación Jaime I y otros reconocimientos por sus aportaciones en este campo.

Soriano defendió que así como peces o reptiles pueden regenerar el cerebro u otras partes de su organismo de manera espontánea, debe existir una capacidad regeneradora en el cerebro humano, semejante a lo que ocurre con las células de la piel, y es un reto conseguir entenderla «El cerebro no es estable, es plástico», manifiesta el investigador catalán, quien considera que «desde la biología más pura» pueden obtenerse conclusiones relevantes para avanzar en el tratamiento de enfermedades.

Díez Tejedor resaltó que la terapia celular, consistente en aportar células al cerebro en zonas dañadas donde otras células han desaparecido a causa de un ictus o cualquier otra dolencia, es una vía que da buenos resultados en animales, y empieza a funcionar en humanos, donde ya se ha evidenciado su seguridad y ahora se buscan la mejor fórmula para conseguir su éxito en tratamientos.

El Laboratorio de Neurología Experimental del Hospital Clínico de Santiago, que estos dos reputados especialistas visitaron hoy, trabaja también en esa línea. Su director, el neurólogo José Castillo, afirma que es «una obsesión» para los especialistas ayudar a la recuperación de los pacientes, pues el ictus y otras enfermedades neurológicas son la primera causa de muerte y de secuelas graves en la población. El envejecimiento de la población contribuye a incrementar los casos de estas dolencias, de ahí los esfuerzos en la investigación, que se realizan colaborando estrechamente con los profesionales médicos, para contribuir a resolver problemas concretos de la población afectada.