Leo Bassi dice que «el problema no es Conde Roa» sino que las libertades corren peligro

Camilo Franco SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

12 abr 2012 . Actualizado a las 18:51 h.

Aprovechando que no le dejaron actuar Leo Bassi ha utilizado el altavoz de la polémica para explicar que el problema «no es Conde Roa» sino que las libertades corren peligro. «La libertad de decir está en peligro, pero también está en peligro la libertad de escuchar».

Vestido de gaiteiro, como había hecho el alcalde Santiago meses atrás en un acto público en el mismo Obradoiro, Leo Bassi defendió su derecho a actuar y «el de público a escuchar» mientras reivindicaba de una sola vez a Prisciliano, a los librepensadores, a los bufones, a Giordano Bruno e incluso reclamaba el derecho a decir: «Soy yo quien practica el libre mercado y no los que dicen estar a favor de él».

Con su traje de gaiteiro el payaso dejó una corona de flores delante de la puerta de la catedral compostelana recordando que «es más probable que los huesos que descansan dentro sean los de Prisciliano que los de Santiago», razonando que «una barca de piedra tiene pocas posibilidades de flotar».

Una afirmación similar en una conferencia en Valladolid le costó «una denuncia y un pleito de 18 meses y el pago de los abogados de mi bolsillo». Bassi señaló que al final el Tibunal Supremo le había dado la razón y que no tenía previsto callarse.

Tras la intervención en el Obradoiro, Bassi acompañado de Iván Prado y del concelleiro del Bloque, Rafael Vilar, entró al Concello pero se encontraron la puerta cerrada de la sala de prensa que se utiliza habitualmente para estas actividades. El grupo de gobierno comunicó al BNG que no podría utilizar ese espacio. El acto se recondujo a las dependencias del Bloque dentro de concello.

Rafael Vilar aseguró que se pedirían «responsabilidades por este feito inadmisible que volve a demostrar que vivimos nunha época de censura». Leo Bassi apuntó que había entrado al Concello «con todo respeto y sin faltar a nadie, pero me he encontrado que una vez más el Concello me cierra las puertas».

El actor aprovechó para explicar que su intención no era «hablar solo de Conde Roa porque tengo una larga lista de sitios en España en los que no puedo actuar» lo que, en su opinión, explica que vivimos «tiempos donde hay gente que quiere evitar que «la gente piense por sí misma».

Sobre el alcalde, Bassi explicó «Conde Roa es solo un mensajero y yo no quiero matar al mensajero. Quiero decirles muy claro que desde hace siglos la respuesta de los que mandan es siempre utilizar la censura para evitar que se diga la verdad. Pero eso me da la razón porque el bufón es ahora más necesario que nunca».

El actor señaló que desde hace quince años «pago mis impuestos en España, incluso por el dinero que gano en otros países, si todos los ricos hicieran lo mismo no harían falta los recortes sociales». Admitió que tras la denuncia contra Conde Roa, que declaraba en los juzgados al mismo tiempo que Bassi hablaba en el Concello: «Me parece tan patético que ya casi no tengo ganas de hacer chistes sobre él, en realidad casi me despierta ternura y ganas de darle cariño».