Con y sin rebote, con y sin oxígeno exterior

m.G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

AGENCIA LOF

Para el conjunto santiagués, la lectura más positiva es la del carácter

18 mar 2012 . Actualizado a las 14:59 h.

El Obradoiro sabía que necesitaba un partido casi perfecto para poder plantar cara al Barça. Y no lo consiguió, salvo en un tramo del tercer cuarto. En el momento en el que el equipo cerró el rebote y encontró el camino del aro desde la media y la larga distancia, en el tercer cuarto, con seis puntos del Tuky Bulfoni y cinco de Ebi Ere, el marcador se contrajo hasta un 45-41 que amenazaba seriamente a los azulgranas. En esos siete u ocho minutos el colectivo de Moncho Fernández fue superior a su oponente. Pero con ese bagaje no basta ante un Barça que no atraviesa por un tramo de fluidez, pero que tiene muchos más recursos e individualidades. Navarro y Ndong siempre aparecieron al rescate cuando parecía que las cosas se les podían complicar.

Carácter

Para el conjunto santiagués, la lectura más positiva es la del carácter. Tal y como discurrió el primer cuarto podría haberse entregado a la molicie o empezar a pensar en el Joventut. No fue el caso. Nunca perdió de vista la partitura que llevaba para el Palau Blaugrana, aunque no siempre consiguió afinar. Una vez más, volvió a competir, aunque no dio la sensación de que pudiese agarrar la victoria. Si acaso, en ese 45-41. Pero enfrente tenía un adversario que no tembló. Y ayer algunos solistas santiagueses no encontraron su sitio. Cuando Kendall no percute y, peor aún, cuando apenas ensaya, el equipo se resiente. Palacio parece estar en una fase de involución, Andrés tardó en interpretar el ritmo y ninguno de los bases fue tampoco una amenaza en el tiro. Y Ere necesita que la inspiración le acompañe más allá de un cuarto.

Las opciones del Obradoiro, y más ante un rival de la enjundia del Barça, pasan por el rendimiento colectivo. Necesita la percusión, la música de cuerda y la de viento. Y lo que no puede permitirse nunca son los silencios ni los apagones.