El Concello pone freno a la hostelería en el casco histórico

x.r. santiago / la voz

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Aplicará medidas contra la proliferación de locales antes del verano

09 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La proliferación de locales de hostelería en el centro del casco monumental ha encendido las alarmas en el Concello, que ha decidido poner coto a esa situación. La crisis reinante contribuye a acrecentar la preocupación de las autoridades locales, que están viendo como, mientras otros negocios se caen, los establecimientos hosteleros no solo no desaparecen sino que aumentan.

El gobierno municipal ha encargado un estudio urgente para adoptar una decisión de cara a los próximos meses. El principal objetivo es «evitar a toda costa que los comercios que cierren se conviertan en negocios de hostelería», según refiere el alcalde, Gerardo Conde Roa.

A la espera de que lo que el estudio indique, el gobierno compostelano ve claro que «todas las zonas tienen que tener su límite». Serán los técnicos los que detecten las calles o plazas más problemáticas y los puntos que requieren una actuación. Aparte de las limitaciones que se vayan a adoptar para frenar la actividad hostelera y el uso de la calle, habitualmente asociado al tabaco, probablemente se ampliará la declaración de zona saturada a alguna rúa.

Raxoi advierte que si ahora con el invierno el rebumbio hostelero es ya notable, la arribada del verano puede hacer que el barullo y el ruido callejeros lleguen a ser considerables. En ese ese sentido, y en prevención de lo que se avecina, las medidas que adoptará el gobierno municipal se aplicarán antes de la época estival. «Lo que me preocupa es que el casco histórico se convierta en un gigantesco bar», señala el alcalde, quien agrega que la puesta en marcha del plan hay que hacerla «con suma prudencia» dado el momento de crisis existente, y «en combinación con la ley del tabaco», puesto que la gente sale al exterior a fumar y se hace difícil el control de la situación.

Ya a más largo plazo, la idea del Ayuntamiento es ponerle freno también a la conversión del casco monumental en un mero paraje turístico, con la proliferación excesiva a negocios de recuerdos, tiendas denominadas «de chinos», tartas, comida rápida y otros comercios orientados al turismo.

En ese sentido, la concejala María Pardo avanza que su departamento va a llevar adelante la modificación del Plan Especial de la Cidade Histórica a fin de efectuar un ajuste de usos e impedir la extensión a nuevas zonas de los negocios de baja calidad. El objetivo es que el casco viejo no sea solo un escenario turístico y sí un ámbito residencial revitalizado y con negocios de calidad para la población. Urbanismo realizará un profundo estudio de cara a la cumplimentación de ese reto.