La propuesta del Cimus atrae a tres nuevos grupos del CSIC

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

En sus siete plantas ya ejercen 200 investigadores y faltan aún grupos

11 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Centro de Investigación en Medicina Molecular e Enfermedades Crónicas de la USC (Cimus), en la avenida de Barcelona, ya integra a 200 especialistas de 20 de los 26 grupos que tienen aprobada allí su sede, indica su director, Carlos Diéguez. Los restantes se esperan próximamente, cuando se habilite un animalario provisional -en el futuro habrá otro mayor, en el Centro de Experimentación Animal que se construirá entre el Cimus y la carretera de Noia- que les permita trabajar.

Están ya grupos dirigidos por Carlos Diéguez, Ángel Carracedo, Fernando Domínguez, María José Alonso, Mabel Loza, Jesús Requena, Anxo Vidal, Rubén Nogueiras, Miguel López, González Juanatey, Rosa Señarís, Juan Zalvide, Celia Pombo, Ángel G. Alonso, Francisco González, Joaquín Lado, María García, Clara Álvarez y Dolores Viña. Son grupos muy competitivos, que captan importantes recursos económicos de convocatorias públicas y de empresas. Por su atractivo, tres grupos del CSIC, de Bilbao, Madrid y Alicante, especializados en cáncer, microscopia y neurociencias, se trasladarán este año al Cimus.

En el semisótano se investigan enfermedades por priones -como la de las vacas locas-, hay instalaciones de proteómica -buscan proteínas alteradas para estudiar diferentes males- y otros servicios comunes. La planta baja se dedica a endocrinología y obesidad; la primera, mayoritariamente a cáncer; la segunda, a cardiovascular, genética y neurociencias; la tercera, a farmacología; la cuarta a neurociencias; y la quinta y sexta a nanotecnología y terapias experimentales. Hay otra, más alta, con maquinaria diversa.

El Cimus lidera la investigación biomédica. Comparte instalaciones con el Clínico, y su proximidad con el Ciqus -el otro centro singular de investigación de la USC, de Química- permite además una mayor rentabilidad investigadora del personal de ambos, señala Diéguez.

Cambio a mejor

Los grupos empezaron a trasladarse el 20 de diciembre. Esta semana estrenaron el insuficiente aparcamiento subterráneo. Aún se notan instalaciones provisionales y que no se utilizan, o de forma limitada; y salas vacías donde se esperan equipamientos muy pronto.

Carlos Diéguez destaca el cambio a mejor que notan en el Cimus: «En Medicina había atrasos para contratar novos investigadores por falta de espazo para que traballasen; non se encontraba onde colocar novos equipos; mesmo os corredores se aproveitaban ao máximo. Aquí temos máis comodidade para investigar», sostiene.

Disponen de salas de reuniones, un pequeño salón de actos, y espacios para comer. Los despachos se orientan hacia la avenida de Barcelona, y los laboratorios a la carretera de Noia.

Edificio inteligente

El Cimus tiene 6.000 metros cuadrados en un edificio inteligente con servicios comunes, que comparten también investigadores de los hospitales.

Grupos sanitarios

La mayoría de los 26 grupos iniciales proceden de Medicina y del complejo hospitalario y pertenecen al Instituto de Investigación Sanitaria.

Investigadores de fuera

Tres grupos del CSIC, de Bilbao, Madrid y Alicante se incorporarán a lo largo de este año al Cimus.