Breves reseñas de los autores de los poemas seleccionados

La Voz

SANTIAGO

14 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

JORGE MANRIQUE (Paredes de Nava, Palencia, 1440?1479). Autor de todo un monumento poético, que sigue conservando toda su calidad y hermosura, como son las coplas por la muerte de su padre.

JORGE GUILLÉN (Valladolid, 1893?Málaga, 1984). Integrante de la generación del 27, vivió en el exilio después de la Guerra Civil, su obra más conocida es «Cántico» (1928).

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (Moguer, Huelva, 1881?Puerto Rico, 1958). Poeta fundamental por su propia calidad y por la influencia que ejerció sobre contemporáneos y poetas posteriores. Autor, entre otras, de «Arias tristes» (1903), «Pastorales» (1905), «Diario de un poeta recién casado» (1916) y la obra en prosa poética «Platero y yo» (1914).

FRANCISCO DE QUEVEDO (Madrid, 1580?Villanueva de los Infantes, 1645). Casi toda su obra poética (875 poemas) fue publicada después de su muerte en «El parnaso español» (1648) y «Las tres musas últimas castellanas» (1670).

JOSÉ HIERRO (Madrid, 1922?Madrid, 2002). Perteneciente a la primera generación de posguerra, mantuvo siempre en su poesía una preocupación humana y social, así como una perfección formal sin altibajos, que lo sitúa entre los grandes poetas del siglo XX. «Quinta del 42» (1953), «Libro de las alucinaciones» (1964) y «Cuaderno de Nueva York» (1998) son tres obras significativas.

ANTONIO COLINAS (La Bañeza, León, 1946). Es uno de los consolidados poetas de la literatura española porque, habiendo empezado a escribir muy joven, logró mantener un nivel de calidad alto a lo largo de cada uno de los libros publicados, que son bastantes. Es, además de poeta, un excelente narrador, ensayista, traductor y crítico literario. Autor, entre otras obras, de: «Sepulcro en Tarquinia» (1975), «Noche más allá de la noche» (1983), «Libro de mansedumbre» (1997).