El día que Kennedy se hizo misterio

Por Tatiana López. Nueva York

SANTIAGO

Cuando se cumple el 48.º aniversario del asesinato de JFK, las circunstancias que rodearon su muerte siguen siendo un enigma en estados unidos y dan pie a toda clase de teorías que llegan al absurdo.

27 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuando se cumple el 48.º aniversario de la muerte del presidente más popular de la historia entre los estadounidenses, las circunstancias que rodearon su asesinato siguen siendo un misterio para la mayoría de ellos. Aunque Kennedy no fue el primero ni el último presidente en ser atacado en EE.?UU. -Lincoln murió asesinado en el teatro mientras que Ronald Reagan logró sobrevivir de milagro a un disparo en el pulmón-, su muerte supuso el nacimiento de centenares de teorías conspiratorias muchas de las cuales perviven hasta hoy. Es más, según el último estudio realizado en EE.?UU. al respecto, al menos el 80 % de la población sigue pensando que hubo complot para asesinar al mandatario.

Tres fueron los factores que contribuyeron al nacimiento del mito. Por una parte la comisión encargada de investigar el asesinato de Kennedy en el Congreso nunca quiso hacer públicas las transcripciones de sus entrevistas, que no serán desclasificadas al completo hasta el año 2017. Tampoco el supuesto asesino del presidente, Lee Harvey Oswald, pudo dar nunca su versión de los hechos, ya que fue asesinado a su salida de la prisión pocos días después de confesar su crimen.

Por último, el llamado informe Warren, con el que Washington trató de arrojar algo de luz del suceso, fue fuertemente criticado en su época por cometer abundantes y notorios errores, entre ellos dejar sin contestar tres preguntas fundamentales:

¿Cuántas balas fueron realmente disparadas ese día? Si realmente se produjeron tres disparos como aseguraron los testigos, ¿dónde está la tercera bala nunca encontrada? Y lo más importante: ¿hubo o no hubo un segundo pistolero escondido entre la multitud?

el segundo hombre

Para entender hasta qué punto estas preguntas son importantes es imprescindible tener en cuenta que la mayor parte de la investigación sobre la muerte del presidente se basó en una película de apenas seis segundos filmada por un ciudadano anónimo llamado Abraham Zapruder.

El problema reside en que en los años sesenta las televisiones nacionales no podían permitirse enviar un equipo propio, por lo que los investigadores tuvieron que conformarse con este vídeo casero.

Teniendo en cuenta que la secuencia del asesinato consta apenas de seis segundos, y que el arma disparada por Oswald no podía ser recargada tres veces en este tiempo, muchos expertos determinaron que el tercer disparo debió de producirse por un segundo pistolero, probablemente escondido entre la multitud.

La ciencia contra los rumores

Para tratar de aclarar este misterio el canal de televisión National Geographic emitió el pasado domingo un documental titulado JFK: La bala perdida, en el que un equipo de científicos ponen a prueba las diversas teorías conspiratorias a base de física.

Dotados de una rayo láser y con la ayuda de simuladores electrónicos, el objetivo del documental es demostrar que, tal y como estableció la Comisión Warren en su día, fueron solo dos las balas que acabaron con Kennedy, una de las cuales hirió también a otro de los ocupantes que viajaban con él.

El programa, que también emite la única versión digitalizada que se tiene de la película de Zapruder, concluye además que, si de verdad existió un tercer disparo, este tuvo que ser hecho desde la ventana de Oswald y que probablemente acabó impactando en alguna de las señales de tráfico (reemplazadas después). Cada año, y coincidiendo con la fecha del asesinato, toda una legión de seguidores se acercan hasta Dallas para volver a poner en duda la versión oficial.

Entre las teorías más repetidas que se pueden encontrar en este evento destacan algunas tan curiosas como que Kennedy fue en realidad asesinado por un homosexual radical nazi, o que fue su propia mujer quien lo mató.

Pero si la muerte de John Fitzgerald Kennedy demuestra que los rumores pueden llegar a calar hondo en el imaginario estadounidense, también la elección de Obama como nuevo presidente del país ha dado lugar a toda una serie de conspiraciones. Según las últimas encuestas, uno de cada cinco estadounidenses, por ejemplo, sigue creyendo que Obama es musulmán, mientras que un porcentaje aún mayor aseguran que su presidente nació en África.