Los directores de colegios gallegos exigen a la Xunta que concrete la Lei de Convivencia

e. á. / santiago

SANTIAGO

17 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Federación Galega de Asociacións de Directivos de Colexios do Ensino se reunió ayer en Santiago para abordar la problemática de la aplicación de dos leyes que afectan a los directores de los centros educativos, la Lei de Convivencia y la nueva Lei de Familia, pero que todavía no se han desarrollado.

Unos ochenta responsables de colegios de las provincias de A Coruña, Pontevedra y Lugo, manifestaron su preocupación y sus dudas sobre cómo aplicar dos legislaciones que están en vigor, y que por lo tanto deben aplicarse, pero que no han tenido ningún desarrollo normativo. Xosé Antonio Pardo, director del colegio de Vite y presidente de la asociación de directivos de Compostela, apuntaba por ejemplo que surgen dudas en el momento de regular las condiciones de trabajo del profesorado, al elaborar los planes de convivencia o los reglamentos orgánicos de los centros, que deben llevarse a cabo en los colegios y adaptarse ya a las leyes en vigor.

Durante el encuentro que se celebró en el Museo Pedagóxico de Galicia (Mupega) se abordaron las dos leyes. Olga Faílde Picallo, abogada y formadora de la Escola Galega de Administración Pública, abordó la Lei de apoio á familia; mientras que Víctor Manuel Casal, orientador y jefe de estudios en el colegio Otero Pedrayo de Vigo, hizo lo propio con la Lei de Convivencia, que entró en vigor este curso y cuya principal novedad es que regula por primera vez el acoso escolar, incluyendo el que se produce a través de medios telemáticos.

Otras novedades de esta norma son la mayor agilidad a la hora de sancionar a los alumnos, la posibilidad de regular la vestimenta en los centros educativos o la consideración del profesor como autoridad pública en el ejercicio de su profesión, lo que en la práctica le confiere presunción de veracidad.