Los escenarios de rodaje de las películas míticas de la Universal

E. VÁZQUEZ PITA

SANTIAGO

La visita a estos estudios, en Hollywood, permite ver los platós donde se rodaron «Regreso al futuro», «Psicosis», «Parque Jurásico» o «Mujeres desesperadas»

11 nov 2011 . Actualizado a las 18:07 h.

| Millones de espectadores vieron la película Regreso al futuro. Un estudiante de instituto de los años ochenta viaja al pasado en un coche futurista y logra volver al presente tras recargar las baterías con los rayos que caen sobre la torre de reloj de su antiguo centro escolar. Esa fachada, que forma parte del imaginario popular, existe. Es de cartón piedra y está levantada en medio de los estudios Universal, en Hollywood.

La compañía cobra 80 dólares (69 con carné ISIC de estudiante) por hacer una visita a los platós de sus películas, tan míticas como Tiburón, Psicosis, Parque Jurásico, Mujeres desesperadas o Fast & Furius. En el parque temático, los visitantes pueden disfrutar de cortometrajes en 4-D de secuelas de Terminator, Shrek, Los Simpson, King Kong y La momia y de un espectáculo que recrea las batallas acuáticas de Waterworld. El 4-D incorpora imágenes digitales en tres dimensiones con actores reales que corretean por el escenario. Las butacas se mueven y el espectador recibe chorros de aire o agua al son de las escenas de acción .

Para llegar a los estudios Universal, hay que apearse en la última parada del metro que cruza Hollywood. Un bus lanzadera sube a los visitantes a la entrada al parque. Desde la colina, impresionantes vistas de la inabarcable ciudad de Los Ángeles. Uno tiene la sensación de retroceder a los cincuenta al cruzarse con el lechero, el taxista, el policía, los Blues Brothers o Marilyn.

La visita a los platós de la Universal requiere varias horas, una de cola para subir al bus-oruga que atraviesa una miniciudad de naves de rodaje y camerinos. Aún se ven carteles de Dream House.

La simpática guía muestra en primer lugar la torre de Regreso al futuro pero sin el reloj (lo quitaron para otra película). No faltan las réplicas a escala real del Brooklyn neoyorquino o de pueblos del Oeste (aunque al doblar la esquina se ve que el saloon solo son cuatro tablas pintadas).

En la zona de efectos especiales, un poblado mexicano es inundado y dos coches de la película Fast & Furious saltan por el aire movidos por sendos brazos mecánicos en medio de una explosión de pega. Luego, el visitante se sobresalta con los restos aplastados de un todoterreno de Parque Jurásico. El número fuerte es una proyección en 4-D en un túnel. Los espectadores, con gafas especiales, son acosados por dinosaurios que arrancan de cuajo la cola del bus, pero el gorila King Kong los rescata a tiempo.

Para reponerse de las sacudidas, el conductor para ante el Motel Bates y la tétrica mansión de Psicosis. Al fondo, un Jumbo accidentado. Y ojo con darse un baño en el laguito: junto a la gasolinera portuaria aún cuelga el cadáver de Tiburón. La ruta concluye en una calle con casitas amarillas y blancas que resulta ser el barrio de Wisteria Lane.