Victor Manuel, en el lugar donde vio a Ana Belén por primera vez

SANTIAGO

18 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El secreto de 40 años de amor

Fue un flechazo de agosto. Como tantos otros que habrá habido en este verano, que apura sus últimas horas. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Pasó a toda velocidad el verano, y a Víctor Manuel le parece que fue ayer cuando vio por primera vez a Ana Belén. Sucedió en agosto de 1971, en el hotel Atlántico (ahora NH) de A Coruña. «Fue allí -señala con el dedo- aunque ahora la barra no está ya en el mismo sitio», comenta el cantante que el jueves actuó en el Teatro Colón, a unos metros del hotel del flechazo, y el viernes en Vigo. Sabe Dios cuántas veces habrá venido a cantar a Galicia. Innumerables. Pero la de agosto de 1971 cambió su vida porque coincidió que Ana Belén actuaba el mismo día en la misma ciudad en una obra de teatro. «Nos presentaron y al mes siguiente nos contrataron por separado, sin saberlo, para la película de Gonzalo Durán Morbo. Nos casamos al año siguiente», recuerda el artista poco antes de subirse al escenario para repasar su carrera musical ante centenares de admiradores. Por cierto, da la sensación de que el cantante tiene un pacto con el diablo porque está igual que cuando salía en la tele en blanco y negro cantando el Solo pienso en ti. Y esas parejas que se formaron este verano en Galicia y que llevan apenas unas semanas juntos se preguntarán: ¿cuál es el secreto para que un matrimonio dure 40 años? Víctor Manuel, que asume que una relación tan duradera es difícil entre artistas y en general, da la respuesta. «Quererse y dejarse espacio el uno al otro. La independencia económica también es importante. Tener siempre la sensación de provisionalidad, de que en cualquier momento cada uno podría ir por su lado», contesta con tranquilidad. Pero eso, en especial el tema económico es muy difícil. «Lo sé, no es fácil», dice el nieto del que fue picador, allá en la mina.

Un año de la muerte de Ana

¡Qué rápido pasa el tiempo! Esta semana solté esta frase en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando encontré en el buzón la carta en la que me informaban de que mi coche, al cumplir cuatro años, tiene la obligación de pasar su primera ITV. Parece que fue ayer cuando lo compré y ya parece un anciano achacoso. Y cuando me llamó la hija de Ana Kiro para contarme que esta próxima semana va a haber en Mera un funeral en memoria de su madre, la reina gallega de la canción. ¡Ya pasó un año desde que nos quedamos sin ella! Mientras tanto, su nieta, Eva Rodríguez Quiroga (Eva Kiro), lleva tres meses en Madrid intentando abrirse caminos artísticos. «Ahora voy a empezar el curso en la escuela de arte dramático de Cristina Rota. Me gustaría ser actriz y compaginar este trabajo con la moda», comenta horas antes de desfilar con las creaciones del diseñador gallego Jose Matteos en un espacio cercano al estadio Vicente Calderón y dentro de las actividades paralelas a la Cibeles Fashion Week. Eva desfiló pero por los pelos y con mucho dolor, porque se cayó cuando probaba unos altísimos tacones, y estuvo a punto de ser baja de última hora en la pasarela. La nieta de Ana Kiro compartió desfile con la hija de Lavodrama, Danique, que al igual que Eva sigue avanzando en su carrera como modelo. A la Naomi Campbell ferrolana la llevó a Madrid su madre, porque en el mundo artístico la familia es muy importante. Hasta a Víctor Manuel lo acompaña en la gira su hijo David mientras su otra hija, Marina San José, acaba de volver a los escenarios con la comedia teatral Venecia bajo la nieve. «Parece que fue ayer cuando gané 100.000 pesetas gracias a una canción en el Festival de Miño que me sirvieron para impulsar mi carrera. Fue en el año 1967. ¡Cómo pasa el tiempo!», apunta Víctor Manuel sentado en un banco en los jardines de Méndez Núñez con el hotel Atlántico al fondo, el lugar donde hace 40 años vio a Ana Belén por primera vez. Y es que el tiempo pasa...