«Hemos descubierto nuevas evidencias del apoyo saudí a los secuestradores»

SANTIAGO

Los autores publican un libro exhaustivo y muy documentado basado en la consulta de cientos de miles de documentos desclasificados y en numerosas entrevistas, que plantea las cuestiones pendientes sobre el 11-S, las presuntas complicidades externas, los fallos de seguridad de la CIA y el FBI y las mentiras del gobierno Bush

11 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Anthony Summers, un veterano y prestigioso periodista de investigación irlandés, y su esposa Robbyn Swan, también experta en este campo, acaban de publicar The Eleventh Day: The Full Story of 9/11 and Osama Bin Laden (El undécimo día: la historia completa del 11-S y Osama Bin Laden), un libro exhaustivo basado en la consulta de cientos de miles de documentos y en numerosas entrevistas que detalla las complicidades saudíes e iraníes, los fallos de inteligencia y de los militares y las mentiras del Gobierno de Estados Unidos.

-¿Cuáles son las principales aportaciones de su libro? ¿Qué nuevos documentos han consultado?

-Es el primer relato panorámico y completamente documentado de los atentados del 11-S. Al haberlo escrito diez años después, nos hemos beneficiado de la divulgación de cientos de miles de páginas de documentos de la Comisión del Congreso, que incluyen entrevistas con testigos claves, papeles del FBI, grabaciones y registros de los militares estadounidenses y de las autoridades de aviación civil. El libro arroja nueva luz sobre los acontecimientos de aquella terrible mañana, explica los fallos de los militares estadounidenses para responder adecuadamente a los ataques y expone las mentiras que los funcionarios contaron después para cubrirlos. Examinamos a fondo las muchas cuestiones que persisten sobre los ataques. Presentamos pruebas que deberían bastar para que de una vez por todas se terminen las teorías conspirativas sobre la complicidad del Gobierno de EE.?UU. en los secuestros o el colapso del World Trade Center. Pero lo más importante es que exploramos en profundidad el tema del posible apoyo de algunos países a Al Qaida y a la trama del 11-S. Mostramos cómo la Administración Bush manipuló a la opinión pública para convencer al pueblo americano de que el régimen de Sadam Huseín estaba vinculado con el 11-S y construir el caso de la guerra contra Irak. La Administración Bush sabía que esto no era verdad desde el principio. Por el contrario, hay evidencias del apoyo de oficiales del Gobierno saudí a Al Qaida y de la existencia de una red de apoyo de saudíes que vivían en Estados Unidos. Hemos descubierto nuevas pruebas, que no se conocían, sobre una red de apoyo saudí a los secuestradores en Florida, así como en California.

-¿Qué sucedió exactamente el 11-S?

-Los ataques terroristas del 11-S fueron, tal y como han sido descritos por las dos investigaciones oficiales estadounidenses, el resultado de una conspiración ejecutada por 19 jóvenes secuestradores y dirigida por Jalid Sheij Mohamed a instancias de Osama Bin Laden. Es importante destacar, sin embargo, que fue también el resultado de fallos masivos de inteligencia por parte de CIA y el FBI que todavía no han sido suficientemente explicados. Un año antes del 11-S, la CIA había localizado a los dos primeros secuestradores que entraron en Estados Unidos cuando se reunieron con colegas terroristas en el Sudeste de Asia. Los movimientos de los dos hombres fueron comunicados a los niveles más altos del Gobierno y, sin embargo, se nos pide que creamos la explicación de la CIA de que simplemente los perdieron y que no sabían desde hacía muchos meses que habían entrado en el país. Si esa excusa es cierta, ¿por qué la CIA no ha sido responsabilizada nunca por un error que costó cerca de 3.000 vidas? Hay aún cuestiones importantes sobre la conducta de los servicios de inteligencia estadounidenses antes y después del 11-S que deben ser respondidas.

-¿Cuáles fueron las motivaciones reales de los terroristas??

-La Comisión del 11-S contó solo parte de la historia sobre los motivos de Al Qaida pata atacar. Es cierto que sus principales líderes tenían varios: la restauración del califato islámico, la expulsión de las tropas estadounidenses de la península saudí, el derrocamiento de los regímenes prooccidentales, demasiado seculares y corruptos para el mundo musulmán. Pero la comisión borró una verdad significativa sobre los motivos de los secuestradores, porque en palabras de sus copresidentes era demasiado sensible para hacerla pública. El tema sensible, según los miembros de la comisión, era la lucha de los palestinos y el apoyo de EE.?UU. a Israel. El propio Bin Laden dijo más tarde que tuvo la idea de atacar las torres por primera vez en 1992, cuando vio la destrucción israelí de las casas de los refugiados palestinos en Líbano. Las pruebas muestran que mucho antes de convertirse en yihadistas el asunto de Palestina encendió a los secuestradores y alimentó su antipatía hacia Estados Unidos.

-¿Existe alguna duda de que Bin Laden ordenó los ataques?

-Aunque Bin Laden al principio negó su responsabilidad, más tarde admitió la implicación de Al Qaida y su propio papel en los atentados. El peso de las evidencias apoya la conclusión de que Bin Laden y Al Qaida estuvieron detrás del ataque. Nosotros destacamos que, aunque sabemos ahora que la confesión del que se declara cerebro de la trama, Jalid Sheij Mohamed, fue obtenida bajo tortura, este había descrito previamente su papel al respetado periodista egipcio Yosri Fouda.

-¿Qué opinan de las teorías de la conspiración?

-Nosotros siempre hemos dado cabida en nuestra investigación a la idea de que hay secretos, muchos de ellos relativos a los servicios de inteligencia, que los Gobiernos esconden. Algunos son necesarios, muchos otros no. Desafortunadamente, es el clima de secretismo el que permite que las teorías de la conspiración se propaguen y crezcan, principalmente a través de Internet. Esto es lo que ha sucedido con muchas de las afirmaciones más infundadas sobre el 11-S, como hemos comprobado. La gente que dice que ningún avión se estrelló contra las torres, que un misil impactó en el Pentágono o que las Torres Gemelas fueron derribadas mediante la demolición controlada simplemente es que no han revisado cuidadosamente las voluminosas pruebas de lo contrario. Que hablen con los muchos testigos que vieron acercarse al avión y estrellarse contra el Pentágono. Estas teorías serían cómicas si no fuera porque son un insulto cruel a la memoria de los muertos. Además, son una distracción de las verdaderas preguntas pendientes sobre aquel día que planteamos en nuestro libro.

-¿Se pudo prevenir el 11-S? ¿Había algún indicio de que se iba a producir los atentados?

-Como decimos en nuestro libro, hay numerosos momentos decisivos en los cuales la trama podría haber sido descubierta y se podrían haber evitado los ataques. Los secuestradores, aunque eran en genral competentes, cometieron errores. Dos de los pilotos fueron detenidos numerosas veces, por ejemplo, por simples infracciones de tráfico. Desde luego, fueron más importantes los errores de la CIA y del FBI, sobre todo en el verano del 2001, cuando echaron a perder la caza de los secuestradores Mihdhar y Al Hazmi y la investigación sobre el presunto conspirador Moussaoui. Si hubieran actuado bien, podrían haber desarticulado la trama. Sin duda hubo advertencias, incluyendo algunas bastante específicas de Gobiernos aliados, y oficiales del contraterrorismo estadounidense estaban muy alertas ante la posibilidad de un ataque de Al Qaida. Tanto es así que en agosto Bush recibió un informe titulado Bin Laden decidido a atacar Estados Unidos. Pero la Casa Blanca tenía otras prioridades y los planes para hacer frente a la amenaza de Al Qaida aún estaban abriéndose paso lentamente de despacho en despacho en la mañana del 11 de septiembre.

-¿Los terroristas fueron apoyados por personas de países considerados amigos de Estados Unidos?

-La evidencia más comprometedora son las vínculos anteriores al 11-S entre individuos de Arabia Saudí, incluso algunos miembros de la familia real, y Al Qaida. Solo unos días después del 11-S el secretario de Defensa de Bush, Donald Rumsfeld, dijo que los terroristas habían sido apoyados por una serie de países y que sabía mucho al respecto, pero que era una materia sensible. El informe de la investigación conjunta del Congreso sobre este aspecto fue ocultado al pueblo estadounidense por órdenes directas del presidente Bush. Obama prometió a una de las viudas que daría a conocer las 28 páginas censuradas y debería hacerlo así. Pero han pasado dos años y no lo ha hecho.

-¿Se sabe cuál es su contenido?

-Era el capítulo titulado Investigación, discusión y narración sobre ciertas materias de seguridad nacional. El material suprimido, según Eleanor Hill, que dirigió la comisión conjunta de ambas cámaras, era muy perturbador y tenía que ver con el apoyo exterior a los secuestradores. En concreto, según fuentes fiables, sobre las relaciones directas y muy específicas de los secuestradores con funcionarios saudíes, incluso con príncipes de alto nivel.

-¿Qué pruebas o indicios hay de la implicación saudí?

-Antes del 11-S varias fuentes aseguran que Arabia Saudí había cerrado un pacto con Bin Laden para que no atacara el país a cambio de dinero. La comisión no exonera categóricamente a los saudíes y hubo disensiones sobre lo que el informe final diría sobre esto. Los dos primeros terroristas que llegaron a Estados Unidos, Mihdar y Hazmi, saudíes como otros 13 de los 19 secuestradores, recibieron ayuda a su llegada de compatriotas con conexiones oficiales. Aunque Arabia Saudí expresó su apoyo a Estados Unidos tras los atentados, no permitió que los investigadores de la comisión accedieran a las familias de los secuestradores y solo encontraron obstrucción por su parte.

-También plantean una posible conexión iraní.

-La Comisión del Congreso no encontró pruebas, pero el memorando Havlish señala que no solo conocía que se iban a cometer los atentados, sino que fue cómplice. Fiona Havlish es la viuda de un consultor de seguros que murió el 11-S en el World Trade Center. Ella y otros seis parientes de víctimas acusaron a Irán en una demanda civil presentada contra Bin Laden y Al Qaida. Este memorando es un documento judicial basado en las declaraciones juradas de exmiembros de la comisión, un magistrado francés, exoficiales de la CIA y un analista de inteligencia israelí, y en los testimonios de tres desertores que habían trabajado para el Ministerio de Información y Seguridad de Irán. Según el memorando, terroristas de Al Qaida recibieron entrenamiento en Irán en secuestros aéreos.

-¿Cree que la llamada guerra contra el terrorismo ha sido un éxito porque desde entonces no ha habido ningún atentado en EE.?UU.?

-La muerte de Bin Laden y de sus altos dirigentes se debe considerar un éxito, la guerra contra el terror espera el juicio de la historia.