La lista es indefinida. Los gallegos hablan tanto de lugares, como de «subir arriba e baixar abaixo», de «feiras e romarías» o del idioma. Muchos lo colocan de primero, como Rosa Patiño Varela, de A Coruña, por ser «a nosa grande obra colectiva». Pedro Rodríguez Cerqueiro escribió en la web de La Voz desde San Martín de Trevellu, uno de los tres concellos de Cáceres (Extremadura) en los que mantienen «a fala», una variante del gallego. Cerqueiro habla de la emigración como «mestura de vivenzas», de la gastronomía y del respecto por las tradiciones.
No obstante, los lectores coinciden al incluir entre los iconos turísticos más relevantes, además de Santiago, a la Torre de Hércules, la muralla de Lugo, la playa de As Catedrais, las islas del Atlántico, los cañones del Sil y la Costa da Morte. Desde el Cabo Fisterra, Modesto critica que este, pese a ser uno de los lugares más visitados de Galicia, sea a la par «un dos máis esquecidos polas distintas Administracións». María Rodríguez Casal habla de «momentos»: Los mejillones de Lorbé, los Ancares en invierno, sardinas en verano o recorrer Praterías mientras llueve. Considerando que los principales emblemas los «sabemos todos máis ou menos», Arturo Alonso Sánchez elabora una lista con los diez principales problemas de Galicia. Entre ellos está el «ladrillo» y el «formigón». Asimismo, condena la tala «impune de árbores centenarias». Critica que se asfalten «camiños e corredoiras» y que, sin embargo, no existan «beirarrúas» entre aldeas.
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