Las Perseidas son esas estrellas fugaces que cada agosto se vislumbran en la noche. Son las partículas de la estela de un cometa que se ven con mayor intensidad entre la media noche del día 12 y el mediodía del 13. José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller recomienda «botarse boca arriba e mirar cara ao leste, lonxe da contaminación lumínica».
No obstante, este año la luna llena «vai dificultar a visión das Perseidas, e só se verán as máis brillantes», dice Docobo. Asimismo, el fenómeno se percibe desde cualquier punto del planeta, «aínda que con especial intensidade no hemisferio norte». La lluvia de estrellas se repite desde que los primeros testigos lo localizaron en el 36 d.C. Durante un tiempo llegaron a ser conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo, pues eran visibles el día 10 de este mes, San Lorenzo. Ahora, debido al desplazamiento de la Tierra «a data vaise modificando». Sin duda se trata de fechas clave para alzar la vista hacia la bóveda celeste. Durante la época estival, no solo se percibe la Vía Láctea, una banda lechosa que se extiende por el cielo, también en el crepúsculo vespertino se ve Saturno, dirección suroeste, y ya entrada la noche, Marte y Júpiter. El año anterior, el Observatorio Astronómico registró «900 estrelas fugaces na noite do 12», dice su director. El viernes, el Gaiás celebra Un novo lugar para mirar ao ceo, para participar hay que inscribirse en www.cidadedacultura.org.