Valeri Malov es el artífice de la meteórica progresión del Oroso

alberto gonzález LA VOZ / SANTIAGO

SANTIAGO

26 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un buen día decidió emprender el reto de crear una escuela de su gran pasión y profesión en Sigüeiro, el tenis de mesa. Cuatro años después, tras un arduo trabajo y la creación del Oroso TM, el ruso (nacionalizado español) Valeri Malov recoge los frutos: «Esta temporada fue magnífica al conseguir el ascenso a Primera y Segunda Nacional con dos equipos del club. Estamos muy contentos por los éxitos y los apoyos que estamos teniendo en Oroso», comenta.

Jugando a nivel profesional en el Arteal de Santiago, tuvo la idea de acercarse al Concello de Oroso para crear la escuela de tenis de mesa y ser su responsable técnico. «No había nada, expusimos en el Ayuntamiento nuestra idea y nos dieron todo su apoyo. Comenzamos el trabajo y la respuesta de los niños y sus padres fue estupenda».

Al margen de los ascensos deportivos como club, el desarrollo de los jugadores de la base está sorprendiendo al técnico: «Ni en los mejores sueños podría imaginar estos éxitos. Es un deporte muy difícil, que exige mucho sacrificio, mucho trabajo. Estamos sorprendidos del nivel del club porque todos los jugadores están respondiendo bien y con ganas de progresar».

La maquinaria del Oroso TM no para. «Tenemos que enseñar todo lo que sabemos porque lo demandan los jugadores. No podemos parar de trabajar porque todos están con mucha ilusión. Ahora comenzaron diez niños muy pequeños que van jugando y desarrollando una buena coordinación», explica Malov.