Estudiar escultura en Santiago y gozar de un Óscar y un Goya

JOEL GÓMEZ SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Un ex alumno explica en Mestre Mateo cómo llegar al cine

06 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

De 1998 a 2000 Alberto Hortas López estudió escultura en la Escola Mestre Mateo de Santiago. Después se formó en Bellas Artes, y ahora trabaja en efectos especiales para el cine, en la empresa Reyes Abades. Participó en películas como El laberinto del Fauno, de Guillermo del Toro, premiada con el Óscar y el Goya al mejor maquillaje en el año 2007; y en otros títulos bien conocidos como El embrujo de Shangai de Fernando Trueba, o Navidades en Nueva York de Neri Parenti.

Ahora vuelve a Mestre Mateo para impartir, con Óscar Fernández Muñoz, titulado en Bellas Artes y en Medicina y docente de la Escuela de Arte de La Palma, un taller de técnicas y escultura hiperrealista, una conferencia de escultura virtual y cómo diseñar personajes con el programa ZBRUSH.

Ambos muestran cómo un escultor de este siglo puede superar los materiales tradicionales, introducirse en el ámbito del audiovisual y participar en proyectos como Avatar o los videojuegos, entre otras posibilidades.

«El concepto de efectos especiales de maquillaje sería como una especie de aplicación de la escultura al cine. Los procedimientos y las técnicas se utilizan para diseñar personajes, criaturas, hacer efectos con prótesis, envejecimiento y otras posibilidades», explica Hortas.

«Debería haber más salida laboral, y luchamos por eso. En España hay talento. Lo que no hay es dinero para que las productoras desarrollen proyectos remunerados», agrega. Alberto Hortas ve «muchas salidas en el campo de la escultura. A mí siempre me ha llamado más la atención el tema de los efectos».

Óscar Fernández explica que estos días trabajan el diseño asistido por ordenador, los efectos especiales, el látex, nuevas siliconas, resinas, pinturas y otros materiales. Enseñan posibilidades de animación «y otras, algunas aún incipientes en España. Se puede diseñar una escultura en un lugar y materializarla en otro muy distante para exponerla. Y en el mundo industrial hay aplicaciones en el diseño de joyas, juguetes, productos de ocio; o incluso en publicidad», indica.

Tener buena base

Treinta estudiantes y docentes de Mestre Mateo participan en estas actividades. La mayoría son del ciclo superior de Escultura, pero también hay de Deseño de Produtos y de Fotografía.

Santiago Riande, director del centro, resalta la importancia de una buena base «y saber modelar, con una buena técnica; después, los programas ofrecen herramientas para conseguir casi todo lo que se pueda imaginar».