La polémica envuelve la última exposición del Auditorio

santiago / la voz

SANTIAGO

La oposición dice que acoge dos obras «hirientes» para los creyentes católicos

13 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una exposición, la denominada Casus bellis, que hace unos días inauguró el Auditorio, se ha convertido en nuevo motivo de controversia entre el gobierno local y la oposición. El PP sostiene que la muestra contiene un par de obras hirientes para la Iglesia católica y los creyentes, y incluso críticas con el ex presidente de la Xunta Gerardo Fernández Albor por el texto que acompaña a una de ellas, en concreto a la obra Cristo das Rías Baixas, de Manuel Moldes.

A la oposición le parece expresamente inadecuado que se expongan en estos momentos, cuando acaban de arrancar los actos de la celebración del octavo centenario de la catedral y en puertas de la Semana Santa, y que parta, además, de una iniciativa municipal. Así lo sostiene el edil Ángel Currás, quien afirma que «ahí se ve la doble moral del alcalde, que por un lado se presta a abrazar a la catedral y a presentar la Semana Santa, y por otro se permite herir la sensibilidad de los creyentes y a un hijo predilecto de Santiago, como Fernández Albor».

La concejala de Cultura, Socorro García (BNG), sostiene que el objeto de la muestra es exponer precisamente los problemas de recepción de las obras de arte, «de todo tipo de conflitos que se dan á hora de recibilas», y en ese caso entran también obras censuradas, como la del Cristo de Manuel Moldes. Para García, las manifestaciones del PP están casi en consonancia con el hilo de una exposición a la que cree que la oposición contribuye incluso a dar más divulgación con esta polémica.

En cuanto a la alusión a Fernández Albor, dice que el texto recoge que esa obra se descolgó poco antes de la inauguración de otra muestra en la que se exponía para no herir su sensibilidad en la inauguración ni la de los visitantes. «Pero non se atribúe nada» al ex presidente para pensar que fuese él quien pidió que se retirara, dice García. «Posiblemente el nin soubese que estaba alí esa obra».