El retrato de los jugadores, uno por uno

Miriam García
M. G. SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

06 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Moncho Fernández apuesta por un baloncesto metódico pero no rígido. Quizás sea el reflejo de una personalidad que él mismo califica como «ecléctica» en muchos frentes. En música, por ejemplo, se queda con «el pop de los años ochenta» y con un grupo que marcó una época: «Golpes bajos». Pero no reniega de Deep Purple o Led Zeppelin, que están en otra onda. En literatura y en cine, puesto a acotar, se decanta por la novela negra. Y en baloncesto no hay duda de que le gusta el espectáculo, al menos a tenor del cinco histórico de la NBA que escogería, sin dudar apenas: «Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird, Clyde Drexler y Hakeem Olajuwon». Todo talento y capacidad para competir.

La plantilla

A la hora de analizar a sus jugadores en una frase o poco más, las reflexiones le salen de manera casi automática.

Andrés Rodríguez: Inteligencia y saber estar.

Eric Sánchez: Coraje y constancia

Richard Nguema: Sacrificio

Tuky Bulfoni: Pundonor, calidad y ausencia de presión en los momentos importantes.

Feliú: El jugador de equipo con mayúsculas

Deron Washington: Espectacularidad

Corbacho: Uno de los jugadores más fríos que conozco, para él no hay presión

Bernard Hopkins: igual que a Junyent, calidad y veteranía elevadas a la máxima potencia.

Levon Kendall: La chispa, la frescura y el talento.

Michael Ruffin: Se me ocurren demasiados calificativos, pero humildad y trabajo oscura lo definen bien. Siete años en NBA es algo difícil de lograr y poner todo ese trabajo para el equipo es algo que hacen muy pocos.