Jornada de flores y recuerdos

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

El cementerio de Boisaca registró un intenso ambiente con un continuo trasiego de visitantes que repartieron centros florales ante las sepulturas y nichos de familiares

02 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un día gris, frío y lluvioso acompañó ayer a quienes se acercaron hasta el cementerio de Boisaca para rendir culto a sus familiares muertos. No podía contarse con un ambiente más acorde al Día de Todos los Santos. Según la resignación reflejada en los rostros se podía adivinar el tiempo transcurrido desde la pérdida del padre y la madre, del hermano o del hijo. Los que tienen la pena más reciente no pueden disimular la tristeza ni las lágrimas de quienes resulta evidente que no han conseguido superar aún la ausencia del familiar recién fallecido. La flores, sobre todo rosas y claveles, decoran estos días la mayoría de las sepulturas del camposanto. No faltaron los crisantemos ni tampoco las margaritas e incluso los tulipanes. Una orquídea seca sobre una tumba blanca llama especialmente la atención como también despierta cierta pena la existencia de algunas tumbas casi comidas por la maleza y sin huellas de una visita amiga desde hace años.

A diferencia de lo que ocurre en otros camposantos, en Boisaca son pocos los centros florales artificiales que decoran las tumbas. En el cementerio de Santiago, al menos en una jornada como la de ayer, las flores son fundamentalmente naturales.

Son pocos los niños que pueden verse de visita en el cementerio de Boisaca y los que acuden lo hacen con una actitud totalmente distinta a sus mayores. «Flores para el abuelo», comenta un niño de corta edad, mientras deja sobre una sepultura brillante un pequeño montón de flores silvestres que destaca junto al centro de claveles que depositan una mujer de pelo cano y otra más joven.

Junto a los numerosos visitantes anónimos que acudieron ayer y en las jornadas anteriores al cementerio municipal de Boisaca, el camposanto compostelano también recibió en la mañana de ayer a una delegación del Ayuntamiento de Pobra do Caramiñal, que acudió para rendir el homenaje anual a Ramón María del Valle-Inclán, que descansa en el cementerio compostelano.