Negreira revisa por entero su red de alcantarillado al detectar filtraciones

Emilio Forján

SANTIAGO

29 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Un grupo de cuatro personas, tres de ellas de la empresa APPlus y un operario del Concello, recorrieron ayer gran parte de la red subterránea que recoge las aguas residuales de Negreira, así como algunas pluviales. El objetivo: encontrar filtraciones de manantiales, regatos o incluso garajes y viviendas, lo que justificaría el «extraño» aumento del caudal de aguas detectado en la depuradora del campo de la feria.

Según señalaron los técnicos plano en mano, no hizo falta demasiado tiempo para dar con las primeras filtraciones localizadas cerca del colector general que baja pegado al regato de Duomes, en el puente de la avenida de Santiago. Son aguas que se cuelan literalmente a la red en el entorno de la piscina. La prueba, dicen, es que «esas augas chegan con moito barro á depuradora».

Pero quizás, a juicio de los técnicos, la zona más conflictiva está situada en el entorno residencial del Juzgado, la rúa Teresa Fabeiro y la zona escolar. Hay constancia de varios pozos que habrían sido conectados al alcantarillado, debido a que se trata de una zona de brañas muy húmeda, e incluso alertan de bombas de achique de agua que nace en los garajes. Tampoco se libra la rúa Nelson Mandela, en el barrio de Campos, donde se filtran aguas naturales.

Hoy proseguirán las comprobaciones en el resto de la red aunque para el alcalde, Jorge Tuñas Caamaño, se trata de un problema difícil de eliminar, puesto que en el caso de las pluviales de las calles «o feito de que nos últimos anos se fosen colocando canalizacións para recoller a auga da chuvia xa evitou que chegue un maior caudal á depuradora». Sin embargo, el problema de las pluviales estriba en que únicamente dos calles principales, la Cachurra y la Carreira de San Mauro, alivian esas aguas al río. El resto, salvo excepciones como algún tramo en Castelao, Vicente López o el entorno del instituto donde hay un regato canalizado subterráneamente, vierten finalmente al alcantarillado por carecer la mayoría de una red que desvíe esas aguas a regatos o ríos.