De las estaciones sin uso que se encuentran entre Compostela y Ordes solo hay dos que tienen medianamente definido su futuro. Una es la de Pontraga, obra del arquitecto Ramón Cortázar edificada en los años veinte -hay discrepancias en los archivos sobre el año exacto- y que recuperará el esplendor pasado gracias a un taller de empleo del Concello de Ordes.
No hace mucho, el regidor ordense, Manuel Regos, explicaba que es un viejo sueño recuperar esta parte del patrimonio del pueblo, y hacerlo además respetando al máximo el área natural y paisajística en la que está enclavado tanto el edificio principal como los anexos.
Lo malo es que en Pontraga, al igual que ocurre en el resto de las estaciones en desuso, el abandono dejó el terreno sembrado a los saqueadores, que se llevaron de todos los inmuebles cualquier cosa de valor. La cartelería, muebles, piedras, escaleras completas... hay edificios mejor parados y otros, como el de A Sionlla, en estado calamitoso.
¿Y qué pasó con el proyecto de unir todas las estaciones en desuso por una vía verde, adaptada a ciclistas y peatones, que discurra por donde antes circulaban los trenes? De momento es eso, un proyecto.
El tramo comprendido entre Santiago y A Coruña es el que más kilómetros de vía ha perdido en toda Galicia a causa de la construcción de la línea del AVE. Entre A Sionlla y Oroso se han eliminado once kilómetros, así como otros 21 entre Oroso y Cerceda. Han desaparecido también siete kilómetros entre Bregua y Uxes. Cualquiera de estos tres trayectos, o incluso todo completo, sería perfecto para montar una vía verde como las que ya funcionan en otros puntos de España. La más cercana ahora mismo a Santiago ni siquiera está en España, sino que une las localidades portuguesas de Valença do Minho y Monçao.
La Concellaría de Medio Ambiente ha impulsado la habilitación de un tramo de 25 kilómetros de vía verde entre Amio, Oroso y Ordes. La intención es que la futura vía discurra por parajes muy bien conservados y bien arbolados, con puntos de gran interés natural como carballeiras, ríos y con vistas a paisajes muy agradables. Para que gane, será necesario rehabilitar las estaciones de Verdía -hoy una parte se usa como centro sociocultural y otra está abandonada- y A Sionlla. El objetivo es establecer áreas de recreo y esparcimiento, además de indicaciones para la visita a puntos próximos de interés natural o sociocultural. En toda España ya hay más de 1.550 kilómetros de vías verdes.