El Obra descubre su peor versión al tropezar con el colista Murcia

C. R.

SANTIAGO

29 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Obradoiro, en una de sus peores actuaciones de la temporada (o tal vez la peor), perdió una nueva final en Sar: 67-79. El cinco santiagués, que recibió al Murcia con una marea blanca totalmente entregada, fracasó en su intento de dar un paso adelante en la lucha por la permanencia.

Con un Terry totalmente desaparecido, que pronto se borró del partido (solo jugó quince minutos); con un Vasileiadis que nunca acertó en el tiro (un triple de nueve intentos); con un Massey intermitente que nunca quiso implicarse en el juego colectivo; y con un Alfonso Sánchez lejos de su mejor repertorio, el Obra cosechó la derrota más dolorosa ante el colista Murcia, que fue el menos malo en Sar, en un partido que dominó bajo los tableros (45 rebotes, por los 32 del Obra) y desde la distancia (solo 7 de 31 triples firmó el Obra).

El partido empezó con malas decisiones en el tiro. Más de dos minutos tardaron Obradoiro y Murcia en inaugurar el electrónico. Nervioso y sin precisión en el lanzamiento, el cuadro local fue incapaz de marcar el ritmo, por lo que el cinco visitante se marchó en el marcador con dos triples de Bujanic y Faverani.

Curro Segura se vio obligado a mover ficha ante el desconcierto ofensivo. Ni Vasileiadis ni Terry acertaron con el aro contrario. Solo Bulfoni mantuvo el tipo. Por eso, cuando en el minuto seis el Murcia se fue de siete (7-14) el técnico cambió de base con la intención de buscar mayor acierto en el pase.

El equipo mejoró un poco, pero sin conseguir el dominio de la situación. Mientras Vasileiadis y Terry fueron incapaces de acertar, Massey apareció a los ocho minutos con su primera canasta. Terry, totalmente escondido, se fue al banquillo. Segura también sentó a Vasileiadis.

A los veinte segundos de iniciarse el segundo cuarto el Murcia incrementó la ventaja (14-21), pero Massey y Bulfoni equilibraron el choque. Fue entonces cuando aparecieron, por fin, Vasileiadis y Terry. Dos de los referentes de este Obra se dejaron ver unos segundos para colocar por delante a su equipo por primera vez (24-23).

Fue un espejismo. En la recta final el cinco santiagués no anotó. Williams se encargó de frenar la reacción local con dos canastas fáciles en un tramo de partido en el que los tiradores del Obra volvieron a ausentarse. Un único triple (Bulfoni) de once intentos, un 39 por ciento en tiros de dos y 16 rebotes (por 25 del Murcia) fue el penoso balance del primer acto. Discreto en defensa y decepcionante en ataque.

Segunda parte

El segundo acto empezó mal. Williams amenazó la supervivencia del Obra con cinco puntos consecutivos. Apareció la magia de Bulfoni, que con dos triples mantuvo despierto al cinco compostelano, y Vasileiadis anotó a los veinticuatro minutos su primer triple para igualar el partido (35-35).

Los segundos finales fueron un calvario para el Obra, con más errores en los tiros libres, pérdidas sin justificación y con un Murcia más entonado, que en el último suspiro cerró el tercer cuarto con un triple: 46-52.

Y si el tercer cuarto acabó mal, el último comenzó peor. El Murcia firmó dos triples en cincuenta segundos y dejó tocado al Obra (46-58). Bulfoni lo intentó arreglar, pero luego el Obra estuvo tres minutos sin anotar, lo que aprovechó el Murcia para romper el partido (49-61).

El Obra estaba muerto, pero resucitó Bailey para mantener vivas las escasas esperanzas de una afición muy dolida. Con dos triples en cuarenta segundos el base acercó a su equipo en el marcador: 56-63. Sin embargo, el Obra fue incapaz de conservar esta dinámica. El Murcia se puso las pilas y respondió con buenos lanzamientos. Acabó por enterrar a un Obradoiro que nunca estuvo vivo en Sar.