El sistema de control de acceso a la Catedral costará unos 400.000 euros

SANTIAGO

16 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El estudio sobre capacidad de acogida y ordenación de flujos de la Catedral de Santiago, en manos del Cabildo y de la Xunta desde hace meses, comienza a dar sus frutos. Y es que la comisión de seguimiento del Xacobeo ha dado luz verde a la instalación de un dispositivo electrónico que lleve la cuenta del número de entradas y salidas del recinto catedralicio, lo que permitirá regular el aforo y evitar las aglomeraciones en el templo.

De hecho, el proyecto está tan avanzado que ya cuenta con presupuesto. Será de algo más de 400.000 euros. El encargado de la contratación de dicho servicio, que además prestará apoyo al dispositivo de seguridad dentro de la Catedral, será el propio Cabildo, pero está previsto que sea el Ejecutivo autonómico el que financie dicha actuación. Todo, para que no se vuelva a repetir la situación registrada el 23 de agosto del 2008, cuando sobre las losas centenarias de la basílica llegaron a pasear casi 2.000 personas a la vez. El estudio -dirigido por el profesor de la USC Xosé M. Santos Solla y que contaba con el asesoramiento de Miguel Ángel Troitiño, el profesor de la Universidad Complutense de Madrid que realizó un estudio semejante para la Alhambra de Granada- establece como aforo máximo 1.200 personas, lo que equivale a dos metros cuadrados por visitante. De todos modos, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, afirma que la citada cifra es tan solo una estimación y que este año se podrá comprobar in situ el momento en el que la Catedral dice basta. Será entonces cuando los portalones del templo se cierren hasta que el número de personas dentro del recinto se reduzca.

En su día también se había planteado la necesidad de descongestionar el entorno catedralicio, principalmente las plazas adyacentes y las calles más cercanas, que son siempre las más colapsadas. Se trata de una iniciativa complicada, puesto que es imposible prohibir a los turistas circular por donde deseen. Aún así, se pondrán en marcha iniciativas y programas para intentar que los que visitan Compostela no se queden solo en el entorno del Obradoiro. Estarán fundamentalmente dirigidos a aquellos que tengan una estancia más o menos larga.

Y es que el propio estudio realizado por Santos Solla establece que el 91% de los visitantes acuden a la ciudad para visitar la Catedral. Así pues, entrar en el tempo y pasear por la ciudad son las dos actividades centrales de los turistas. Esto representa «un problema para aplicar unha política integral de xestión dos fluxos turísticos que preveña dunha forma articulada os riscos derivados dunha masiva chegada de visitantes sen un labor de planificación previo». Por eso, hace especial incidencia en la necesidad establecer una serie de «medidas correctoras que axuden a una axeitada regulación dos fluxos turísticos» en la Catedral.