Basura artística en Praterías

Adrián D. Bóveda adrian.diaz@lavoz.es

SANTIAGO

19 ago 2009 . Actualizado a las 02:44 h.

Malabaranda son dos clowns que realizan un espectáculo de circo con malabares y acrobacias interactuando a su vez con el público. Por ahora nada innovador. Lo peculiar del show es que todos los elementos empleados provienen de la basura. Estos dos artistas callejeros utilizan material de reciclaje como soporte fundamental de su espectáculo, que ofrecieron ayer a mediodía en la praza de Praterías. Esta no se llenó pero los asistentes disfrutaron con la actuación de estos dos payasos gallegos, que se vistieron de barrenderos para hacer malabares con botellas de lejía y tablas. Cada uno portaba un cubo de basura del que sacaban los objetos que después utilizarían en el show. También sacaron al ruedo a una chica, a la que colocaron un escurridero en la cabeza y situándola en el medio de la plaza le pasaron cuchillos por encima de su inocente y voluntariosa cabeza.

A la una y media de la tarde y a las nueve de la noche de ayer, el artista autodenominado Autognomo, Markos Bayón, ofreció su concierto en los jardines del Pazo de Fonseca. La banda es él solo, que combina con suma delicadeza una guitarra clásica, un vox y pedales de efectos, sonidos electrónicos y vocales. El espectáculo, que rezumaba alegría extremeña y hedor hippie por sus cuatro costados, fue presenciado en su sesión matutina por menos de 20 personas, que contemplaron la actuación del músico entre el sol y la sombra de los jardines. «Es una pena que haya tan poca gente viendo este espectáculo», afirmó un turista granadino que no entendía cómo los compostelanos no se echan a la calle a disfrutar de este tipo de actuaciones. El músico extremeño mostró su mejor cara entregándose al público presente. Lo acústico y lo tecnológico se entremezclaron en el espectáculo del artista, que no dudó en grabar sonidos en directo para posteriormente reproducirlos tocando la guitarra y cantando por encima. Y es que los actos matutinos del Festival dos Abrazos están perdiendo capacidad de convocatoria a medida que pasan los días del mes de agosto. El sol entra por las ventanas y muchos compostelanos toman café y tostadas y aprovechan para salir de la ciudad en dirección a la costa. Pero la escasez de público en la actividades de la mañana no impide que los turistas sigan abarrotando la ciudad, que no se vacía ni con lluvia ni con sol.

Los mejores cortometrajes de animación, documental y ficción del festival Curtocircuíto del pasado otoño fueron proyectados ayer por la noche en la praza do Toural. La representación gallega de entre los seis cortos pasados corrió a cargo de Juan Ignacio Abia Carrera, con el filme Don Señor e o home do soño. «Es una reflexión crítica sobre la sociedad en la que vivimos con un toque de surrealismo», afirma su creador. El autor anima a la gente que no haya podido asistir a la proyección, a verla en el portal web de vídeo www.youtube.com. De entre el resto de cortometrajes proyectados en la noche de ayer se encontraban Smáflugar, un corto de ficción del islandés Runar Runarsson, The Control Master, una animación del inglés John Wrake, y Rolla Saor, de Cathal Watters, entre otros.