Pasaron ya trece años desde que desapareció María José Arcos

Héctor Juanatey

SANTIAGO

16 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Se cumplieron ayer 13 años desde que se vio por última vez a María José Arcos. Una cifra que, si para algunos puede resultar supersticiosa, para la familia de María José es un año más de sufrimiento a la espera de obtener algún detalle que explique su desaparición.

Fue el 16 de agosto de 1996 cuando la vieron por última vez. Un día antes, María José salía de casa con su coche y se despedía de su madre con un: «Volveré esta noche». Todavía hoy se espera la llegada de esa noche. Antes de eso, la mujer no dejó de contar a familiares y amigos los planes de disfrutar de los últimos días de vacaciones.

El 18 de agosto la Guardia Civil alertaba a la familia de que habían encontrado el vehículo estacionado junto al faro de Corrubedo. Manuela y Rosa, hermanas de la desaparecida, se presentaron en el lugar para certificar que era el coche de su hermana. Durante el registro del vehículo, las fuerzas de seguridad no encontraron signos extraños que pudieran dar alguna pista de lo que había sucedido. Sin embargo, las hermanas sí vieron que el asiento del conductor estaba muy lejos del volante, por lo que creían que lo había usado alguien más alto que María José. Además, también observaron que la radio estaba encendida.

Lo único evidente a partir de aquel momento es que María José había desaparecido, pero no hay pistas de lo que pudo haber acontecido. El caso transcurre desde entonces lento y actualmente se encuentra frío, es decir, solo se volvería a reanudar la investigación si apareciese algún detalle nuevo, por mínimo que fuese, o si se encontrara el cuerpo de María José.

Aunque la policía y la Justicia no sepan que sucedió, su familia asegura, tal y como se puede ver en la página web www.mariajosearcos.com, que «hay un asesino y una mujer asesinada, víctima de la violencia de género».

La propia familia defiende además que sí hay un sospechoso, y es la misma persona que supuestamente se marcharía con María José aquel 15 de agosto. Esta persona afirmó desde el principio no saber nada de la víctima desde hacía semanas, además de asegurar que no la había visto. Sin embargo, Rosa Arcos contó en abril de este año que «o que lle contaba a outras persoas era distinto».

La familia no comprende cómo la policía no relacionó el caso con el de una desaparecida en Pontevedra. Aseguran que «non hai o mesmo móbil pero o modus operandi é calcado. En ningún dos casos se atoparon os corpos».

Aunque crean que este fue el culpable y supuesto asesino de María José, la familia dice que «preferimos facer como que esa persoa non existe e centrámonos en presionar para que o caso se mova».

Actualmente, y aunque el caso no avanza, el fiscal Antonio Roma pidió al titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ribeira que se actualizase en la medida de lo posible el caso de esta desaparición. Además, existe la posibilidad de que, después de tantos años, se comience a investigar no las causas de una desaparición, sino las de un supuesto asesinato.

María José vive legalmente

La situación legal de María José Arcos todavía la reconoce viva. Esto es debido a que la familia, por voluntad de su madre, no quiere iniciar los trámites para declararla fallecida.

La familia, que asegura que no dejará de luchar nunca hasta saber qué le sucedió a María José, cuenta con un teléfono (659 871 357) por si alguien puede ofrecer alguna ayuda.