La «guerra del humo» vuelve a arder

Cristina Rúa

SANTIAGO

El anunciado endurecimiento de la Ley Antitabaco que prohibirá fumar en todos los lugares públicos indigna de nuevo a la comunidad hostelera de la ciudad

05 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El tabaco es perjudicial para la salud y para el bolsillo de los hosteleros. Si hace tres años con la Ley Antitabaco los empresarios sacaron las uñas porque se tuvieron que someter a los dictados de una ley que obligaba a habilitar espacios aislados para fumadores en locales de más de cien metros cuadrados, ahora vuelven a la carga para intentar ganar esta «guerra del humo». El más que posible endurecimiento de esta la ley supondrá la prohibición del consumo de tabaco en todos los espacios públicos, y desde luego en bares, restaurantes, discotecas y demás lugares de ocio y esparcimiento en los que ahora se puede fumar bajo determinadas circunstancias.

Los primeros que salen malparados son los hosteleros, que aseguran que la inmensa mayoría de sus clientes quiere fumar en sus locales, y que si se prohíbe el consumo de tabaco, se cerrarán negocios y se destruirán miles de empleos. En su día, tuvieron que hacer frente a una serie de obras de acondicionamiento de sus establecimientos -solo los de más de cien metros cuadrados- que ahora, tres años después, pueden no valer para nada. En muchos casos tuvieron que pedir préstamos para poder afrontar lo que creían que sería una inversión a largo plazo que se traduciría en cuantiosos beneficios. Desde la Asociación de Hostelería de Compostela apuntan que seguramente todavía «haya negocios que estén asumiendo el gasto de las reformas». Para contrarrestar los efectos, proponen que el Estado «debe negociar compensaciones económicas con los propietarios que en su día adaptaron sus locales».

Los hosteleros tiene ahora otro frente de guerra abierto contra el que luchar, además del de la crisis. «Que si la Ley Antibotellón, que si la Ley Antitabaco... La hostelería es el gusanillo de turno», afirma Jesús Sordo, presidente de la asociación. «Lo que tienen que hacer es endurecer la ley, pero para todos y que el Gobierno deje de fabricar tabaco».

Si hablamos de cifras, en Compostela el número de establecimientos sin humo ha aumentado del 0,5% a más del 60%, lo que significa «un progreso muy importante». Desde este colectivo aseguran que la ley se está cumpliendo de forma satisfactoria salvo alguna excepción, y que «no se han producido conflictos entre clientes fumadores y no fumadores, de forma que, los establecimientos de hostelería siguen siendo un ejemplo de convivencia».