Cantera de lectores y deportistas

Concha Pino concha.pino@lavoz.es

SANTIAGO

23 jun 2009 . Actualizado a las 02:22 h.

Se dice pronto, pero los premios literarios Arcebispo Juan de San Clemente van por la quince edición, lo que supone otras tantas promociones de alumnos y alumnas de bachillerato ligadas a la historia de este certamen que convoca y organiza el instituto Rosalía de Castro, y al que se suman cada año cuatro institutos más de toda Galicia para formar los tres jurados de diez chicos y chicas cada uno que eligen la mejor novela en lengua gallega, castellana y extranjera. Esa circunstancia animó a los relevantes escritores del palmarés del San Clemente e venir a Compostela a recoger un premio de 3.000 euros, calderilla para autores como Paul Auster , Vargas Llosa , Saramago , Baricco o Tabucchi , por no citar a los peninsulares. Ayer eligieron a los ganadores de la decimoquinta edición, y demostraron una vez más que su fallo es libre e inapelable, sin miramientos para que todo un Premio Cervantes como Jorge Edwards no recibiera ni un voto. Después se fotografiaron con el director y alma máter del certamen, Ubaldo Rueda , y las catedráticas de literatura española, Margarita Prado , y gallega, Carmen Ríos Panisse , responsables de la elección de las obras finalistas Baloncesto de base. También fue un día de fiesta para la cantera baloncestística del Rosalía. Jugadores y entrenadores celebraron el acto de fin de temporada. Y si el primer equipo de este centro vivió una temporada llena de sobresaltos en la LEB Oro, la cantera sigue con paso firme. Son once los equipos que han tomado parte en distintas categorías, más el que se ha estrenado en el circuito sub 20. Ángel Castro está al frente de una larga lista de entrenadores y colaboradores, en la que otra pieza maestra es Ana Masaguer , encargada de la parcela física y de coordinar las actividades.

En la aldea de A Ribeira, en la parroquia teense de Reis, la familia y los vecinos de Antonio Brea Barros , Antoniño de Barros, se reunieron el domingo para celebrar con él su 101 cumpleaños. Hubo tarta y cava para todos en una tarde feliz para Antoniño , que rechazó retirarse a descansar a pesar del calor. Labrador toda su vida y muy religioso, no se casó ni tuvo hijos, pero sí sobrinos, con los que vive, y sobrinos nietos y bisnietos.