La hipnótica música de los británicos Pram llega al Sinsal

M. B.

SANTIAGO

El original universo sonoro de los ingleses recalará en la ciudad olívica y en la capital gallega.

02 abr 2009 . Actualizado a las 20:08 h.

Uno de los grupos de música más oníricos del panorama alternativo actual, los británicos Pram, serán los protagonistas del segundo de los conciertos que el Festival Sinsal, en su extensión compostelana, ofrecerá mañana en el Salón Teatro y además estarán el día 1 de abril en Vigo. La banda formada en su base por Sam Owen, Matt Eaton, Max Simpson y la espectral voz de Rosie Cuckston, serán las estrellas de este encuentro de referencia en Galicia para la música contemporánea más vanguardista que es el festival nacido en Vigo. Los británicos harán su presentación en Galicia con los temas de su último trabajo discográfico, The moving frontier , si bien actuarán sin su vocalista, apartada temporalmente de los escenarios.

A Pram le interesaron siempre todos los sonidos y estilos ya fueran pianos de juguete, máquinas de hacer pompas hawaianas, hip-hop o jazz, editando muchísimos trabajos tras su brillante álbum de debut Saragossa Sea hasta el trabajo Dark Island (2003). Emulsión de vientos, xilófonos, theremíns, teclados y marimbas caracterizan la última propuesta musical del grupo británico. Calificado de marciano y sideral, se dice que The moving frontier , «de haber discotecas en Saturno, sería allí un rompepistas». El disco es un número lleno de melodías de juguete «hipnóticas y asmáticas, de texturas arrugadas y minimalistas, de caminos placenteramente cósmicos».

El grupo formó parte de la primera hornada de formaciones post-rock como Laika, Mouse on Mars, Seefeel, Moonshake o Stereolab, que emergen a princpiios de los años noventa. Su historia comenzó en Birmingham, en el sello Too Pure, convirtiéndose en referencia de un sonido entre lo ambiental y lo experimental dentro del rock y de la electrónica. Con los discos Helium (1995), The Museum of Imaginary Animals (2000) o Dark Island (2003), demostraron su maestría para cruzar el lounge con la electrónica y algunas gotas de jazz.

Tremenda rareza

Pram sobrevivió al paso del tiempo pese y gracias a su tremenda rareza. Su música ha sido definida como «una buena película de ficción, sin efectos especiales, entre David Lynch y Tim Burton, a veces inquietante y fantasmagórica, y otras dulce y tierna». En directo tejen sus canciones al calor de imágenes suyas o de viejos filmes experimentales en blanco y negro, «aventurándose siempre al otro lado del espejo de Alicia». Se trata de un universo sonoro original e inclasificable. Sobre el escenario, sus componentes dan una nueva dimensión con su sonido de melodías hipnóticas y acompañando siempre la puesta en escena con unos audiovisuales tan especiales y únicos como su propia música.

Dos décadas después de su constitución, acreditados por la fantasmagórica emulsion instrumental del aclamado The moving frontier -considerado uno de los mejores discos de 2008 según la prestigiosa revista The Wire-, el grupo parece no haber perdido ni un gramo de vigencia.