«Salí a la terraza para ver cómo se presentaba la meteorología y vi tres luces sobre el Aero Club»

N.M.

SANTIAGO

25 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Una cosa es que cualquier indocumentado asegure haber visto un ovni y otra muy diferente es que el testimonio venga de alguien como Marcos Tellería, hoy jubilado, pero que durante cuarenta años estuvo al mando de la torre de control en el aeropuerto de Lavacolla. Marcos también tuvo su ovni, un fenómeno para el que fue incapaz de encontrar explicación. No hablamos de marcianos, ojo, hablamos de un objeto volador no identificado.

-¿Qué pasó?

-Pasó que yo estaba en la torre, era una noche que se presentaba con mucha visibilidad. Salí a la terraza, para ver cómo se presentaba la meteorología, y entonces me quedé parado. «Qué raro -dije- ¿Qué hacen ahí esas luces?».

-¿Un avión?

-No, no eran luces de posición de un avión. Seguí observando durante una media hora.

-Quietas, en el aire...

-No se movían. Esperé a que lo hicieran.

-¿No salían en el radar?

-Entonces [le cuesta precisar la fecha] no teníamos radar.

-¿Y qué hizo?

-Buscar testigos. Le dije al jefe de meteorología: «¿Tú no ves nada raro ahí? ¡Llevo aquí un cuarto de hora y no se mueven, parece que están encima de la piscina del Aero Club!».

-¿Y él qué dijo?

-Se echó a reír, no le dio importancia y me dijo: «Pues avísame cuando se muevan».

-Siga, siga...

-Decidí bajar, salí al exterior. Alguna gente que también las había visto se había acercado a la torre. Eran tres luces redondas, como botones colorados, pero no se veía un fuselaje detrás. En un momento determinado, se pusieron en marcha, sin ruido, y pusieron rumbo a Santiago.

-¿Pidió ayuda?

-Hice lo que podía, llamar a Madrid, a la Escuela Naval de Marín y a la base de helicópteros de Ferrol, por si pudiera ser algo de ellos... pero nada. Hablamos con Sevilla, con Lisboa... También se usaron los equipos de los yanquis, pero nada.

-¿Y nunca más se supo qué pudo ser?

-Nos quedamos con las ganas.