El director de la Orquesta Sinfónica de Melide y de la Asociación Cultural e Musical Melidá, Francisco Álvarez Arias, niega las acusaciones que ayer vertieron contra él desde el Concello. Él dice que en ningún momento prohibió que la Banda municipal, gestionada por la asociación que preside, actuase en las Fiestas de San Roque. Simplemente se desvinculó de cualquier responsabilidad o incidente que pudiese surgir. Así figura en un escrito remitido por Álvarez Arias al concejal de Fiestas, Xosé Antonio Díaz Rodríguez, el 14 de agosto, «transmítolles a todos os compoñentes da agrupación que se queren actuar pola súa conta son libres de facelo, pero baixo a súa responsabilidade».
Francisco Álvarez Arias quiere aclara que el hecho de que la Banda no actúe no es ninguna venganza, como sostiene el Concello. Y desvincula la actuación de la Sinfónica de la de la Banda. «A actuación foi concertada co director da Banda e con responsables da banda de música Isabel II de Touro. Ningúen falou coa Asociación Cultural e Musical Melidá, que é quen xestiona os concertos da Banda», dice.
Otro de los puntos que trataron ayer los nacionalistas melideses fue la situación del director de la banda, José Lodeiro. Según Álvarez Arias, el contrato finalizó el 30 de junio pero, mientras que otros años se le ofrecía un contrato para las actuaciones estivales, este año no ha sido así, así que el director ya empezó a cobrar el paro. «Se a mediados de verán aceptara un contrato para un par de días tería perdido o paro, así que sairía prexudicado», aclara Álvarez Arias. Y añade que «se decidiu non tocar no San Roque foi porque sairía perdendo, non porque eu llo ordenase».
Respecto a la decisión de no contratar la actuación de la Orquesta Sinfónica para este año, el director de la misma mantiene que el Concello no tuvo intención de hacerlo en ningún momento ya que «se o presuposto de 50.000 euros lles parecía demasiado, podería negociarse como se fixo outros anos». Francisco Álvarez Arias explica que no contaban con que se cancelase la actuación y explica que el presupuesto estaba totalmente justificado, teniendo en cuanta los elevados gastos que necesita un espectáculo como el que cada año se organizaba. «Eles argumentaron que o presuposto era demasiado alto, como se os 50.000 euros fosen para min», se queja Álvarez Arias.