Más de mitad de la población confiesa que nunca visita museos ni galerías

M. Cheda

SANTIAGO

11 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Casi un 50,9% de las personas mayores de cuatro años empadronadas en la ciudad y los otros seis concellos integrantes de la comarca santiaguesa (75.370 sobre un total de 148.221) confiesan que nunca recorren museos ni exposiciones de arte. Este porcentaje se sitúa diez puntos por debajo del relativo al conjunto de la comunidad autónoma, pero 9,4 por encima del referido a la media de las siete ciudades gallegas, que roza el 41,5%. Por sexos, el desinterés de los hombres compostelanos por este tipo de visitas (52,9%) supera ligeramente al detectado entre las mujeres (49%). En el polo opuesto, ocho de cada cien residentes en el lugar afirman cruzar las puertas del CGAC, el Mupega y compañía al menos una vez cada mes; en números absolutos, esos vecinos suman 12.154.

La mayoría de los datos figuran en la última entrega de la Enquisa de condicións de vida das familias, preparada durante el primer semestre del 2006 y difundida el pasado miércoles por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Los guarismos que describen el panorama en el área de la capital, sin embargo, no fueron incluidos en dicha publicación, si bien el IGE accedió a revelarlos este viernes.

El considerable nivel de santiagueses que dan la espalda a museos e inmuebles similares contrasta con el elevado número de instalaciones de esta clase operativas en una ciudad, donde, por ejemplo, permanecen abiertas 15 galerías privadas con un promedio de seis muestras inauguradas por ejercicio. De hecho, de todo ese grupo de 75.370 individuos, apenas 7.700 pretextan una supuesta lejanía de los centros expositivos para justificar su negativa de acceso a estos.

La clave de que la demanda no acabe de ajustarse a la oferta tal vez se encuentre en una conjunción de factores puesta de relieve por el Consello da Cultura Galega a través de un informe editado este verano. Según el citado documento (As políticas culturais nas sete principais cidades galegas), en Compostela «hai un sobredimensionamento infraestructural con dificultades para a súa sustentabilidade». En cambio, faltan espacios para la producción de artistas nativos y «existe unha masa crítica local moi axustada para soster unha oferta cultural como a acadada». Finalmente, otras urbes cercanas han aprendido a lanzar «programacións competitivas» dentro de este ámbito.

La encuesta del IGE se detiene a analizar las frecuencias de asistencia a otros muchos espectáculos y acontecimientos. Así, certifica que, en términos relativos, lo que de verdad arrasa en la capital y sus ayuntamientos satélite (Ames, Boqueixón, Brión, Teo, Val do Dubra y Vedra) son las orquestas de toda la vida. No representan siquiera un tercio de los residentes aquellos que reniegan del palco, la sesión vermú y el campo da festa; exactamente, suponen un 29,2% del global.

Estudiando el gancho que todavía hoy conservan las verbenas de Santiago y alrededores en función de la edad de su público, sorprende la masiva presencia de niños de entre 5 y 14 años. No en vano, prácticamente siete décimas partes de ellos (8.940 contra 4.131) declaran acudir a un sarao anualmente, como poco. Ese porcentaje de afluencia (68,4%) supera al calculado para los compostelanos de entre 15 y 29 primaveras, pulveriza el referente a los de 30 a 49 y casi duplica al estimado para los de 50 en adelante (39,2%).

El deporte visto, para ellos

Asimismo, los testimonios recabados en la zona por los técnicos del IGE reflejan que a ellos les gustan las competiciones deportivas mucho más que a ellas, al menos verlas. Porque el 70,5% de la mujeres censadas aquí aseveran que jamás pisan las canchas de fútbol, baloncesto y demás para ver jugar a profesionales, mientras los varones que obran igual son el 51,4%.