La firma viguesa Selmark fue la encargada ayer de constatar que la moda gallega goza de caché internacional. La marca de lencería organizó un espectacular desfile en Barcelona para presentar su propuesta para la próxima temporada. El teatro Lliure, en el emblemático Mercado de las Flores de Montjuich, se vistió de gala para recibir a la legión de modelos seleccionadas para lucir la moda íntima gallega más vanguardista. Al frente de este ejército de cuerpos esculturales se encontraba la top model del momento: la bellísima Bar Rafaeli.
Esta israelí, de 23 años de edad, ha cautivado al mundo de la moda con su rostro aniñado y una figura de proporciones casi exactas. En los últimos meses se ha convertido en portada de las revistas de mayor prestigio internacional. Lejos del mundo de la prêt-à-porter, la modelo es conocida por protagonizar un apasionado e inestable romance con el actor Leonardo DiCaprio.
Ayer, poco antes de su elegante puesta en escena, Bar Rafaeli compareció ante los medios acompañada por los representantes de Selmark. Lejos de mostrarse como una diva intocable y malhumorada, la joven cautivó a los presentes con un tono distendido y seductor, aderezado en todo momento por una sonrisa casi perpetua, capaz de convencer al mayor de los intransigentes. «Lo siento, pero no voy a contestar a eso», respondía la israelí una y otra vez con expresión radiante ante las preguntas que intentaban indagar sobre su vida sentimental.
A pesar de su aspecto delicado y sutil, Rafaeli posee fama de rebelde dentro del gremio. La israelí se ha mostrado crítica con la postura gubernamental que su país mantiene en el conflicto de Oriente Medio. Además, tiene fama de no callarse lo que piensa. «No soy superdelgada ni muy alta. No doy el perfil para desfilar con lencería y, sin embargo, lo hago», aseguró dejando una muestra de su carácter. Pero su belleza y el atractivo que acompaña cada uno de sus gestos no la convierte en la chica perfecta. La modelo confesó ayer no saber nada acerca de Galicia, a pesar de sus vínculos laborales con la firma de Vigo. Quien sabe si, en un futuro, la guapa Bar Rafaeli viaja a Galicia para conocer los encantos que también tiene la tierra que la fichó.