Su libro «Historia da vida cotiá en Galicia» acaba de recibir el Premio de Investigación Xesús Ferro Couselo
11 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.santiago | Este profesor de la Facultade de Xeografía e Historia de la USC lleva veintitrés años difundiendo entre sus alumnos sus conocimientos sobre las costumbres de la sociedad a finales del XIX y principios del XX. Alumno de intelectuales como Méndez Ferrín o Leónides de Carlos, el pasado lunes fue galardonado con el duodécimo Premio de Investigación Xesús Ferro Couselo por su obra inédita Historia da vida cotiá en Galicia (séculos XIX e XX).
-¿Cómo era la Compostela de finales del XIX y principios del XX?
-En general, la sociedad gallega de la época contemporánea es más rural que urbana. Pero en el siglo XX la importancia de ciudades como Santiago es decisiva, hasta tal punto que el campo colindante gravita en torno a ellas. Compostela es una ciudad, como diría Clarín, levítica, muy marcada por el influjo eclesiástico.
-¿De qué se alimentaban los estómagos cotidianos?
-Se alimentaban con productos del campo. Santiago siempre tuvo fama de estar muy bien surtida por la Plaza de Abastos, que se relaciona sobre todo con un consumo de alto rango, de burgueses y clérigos. A partir de los años 60 las clases populares se alimentan mejor, al contrario de los burgueses, aunque se cambia la cantidad por la calidad.
-¿Cuál era la dieta de los más pudientes?
-A diferencia del pan de cada día de los pobres...
-De hecho, los ricos solían comer pan blanco de trigo y los humildes sólo tomaban broa. Por lo demás, en su mesa había una cunca de caldo, pan, patatas, verzas y algo de carne de cerdo.
-¿Algún ingrediente en común?
-¿Eran mínimos los hábitos de higiene?
-¿Existían manuales de buenas maneras?