Renault se insinúa al asturiano al tiempo que corrige los errores aerodinámicos de su monoplaza

SANTIAGO

08 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

redacción | La afición española dejó en el fondo de armario el color azul de Renault para enfundarse el gris perla de McLaren. Pero, con el cisma irreconciliable de Woking, no es precisamente un disparate que el azul pinte el traje de Fernando Alonso el próximo año. Paralelamente a los líos entre el español y Lewis Hamilton, desde Renault se emiten señales que invitan a pensar en la abierta intención de recuperar al piloto que resucitó a la escudería francesa tras dos décadas de sequía.

Pat Saymonds, director ejecutivo de ingeniería de Renault, no es precisamente un bravucón latino como su patrón, Flavio Briatore. Él no da puntada sin hilo y ha señalado recientemente que en Renault readmitirían a Fernando Alonso «sin ningún tipo de problema». Y argumenta la posibilidad del retorno del asturiano. «He conocido a ingenieros que nos han dejado para entrar en otros equipos, pero luego han vuelto diciendo 'no era lo que me pensaba'. Y en fórmula 1, Fernando sólo había corrido para Minardi antes de correr con nosotros y seguro que pensaba; 'ahí [McLaren] hay mucho más dinero'». Symonds, considerado el mejor ingeniero del paddock, añade: «Me encantaría pensar que algún día Fernando pudiera volver». Otro síntoma: Flavio Briatore tenía previsto anunciar en julio a sus dos pilotos del 2008 pero, misteriosamente y, mientras se recrudecía la guerra civil en McLaren, ha pospuesto el anuncio para mediados de septiembre.

El bajón tiene remedio

Ahora bien, ¿regresaría Alonso a una escudería que se arrastra por los circuitos? Será en función de dónde está la clave del bajón de resultados. Y el culpable es... el túnel de viento. El trabajo diseñado para el 2007 se realizó con un exceso de confianza sobre el túnel francés y los ingenieros de Renault se llevaron una desagradable sorpresa cuando el monoplaza comenzó a rodar en pista. La aerodinámica, el punto fuerte que aupó a Alonso a dos títulos, fue un fracaso en esta ocasión. A ello hay que sumar la peor adaptación de sus dos pilotos, Heikki Kovalainen y Giancarlo Fisichella, a los neumáticos Bridgestone. Por lo demás, el motor de Renault sigue mostrándose tan fiable como antaño.

La presencia de Kimi Raikkonen y Jean Todt descartan el desembarco de Alonso en Ferrari. El finlandés, porque se repetiría la situación actual de McLaren con dos gallitos en un corral; y con Todt, por falta de empatía. «Mientras yo siga, Alonso no estará en Ferrari», dijo el menudo jefe galo de la escudería roja. Además, Ron Dennis pondría todas las cláusulas del mundo para evitar que el asturiano revitalizase Ferrari.

Pero queda BMW. Su camino ascendente es indudable después de deshacerse del lastre de Williams. Al contrario que Renault, la escudería alemana posee el mejor túnel de viento (en la localidad suiza de Hinwill) y su motor está muy cerca de rendir como los dos grandes. Son los terceros en discordia. Pero en su filosofía hay un axioma que impediría la llegada de Alonso: BMW no paga a pilotos millonarios y apuesta por jóvenes talentos, por eso Nicky Heidfeld se ve fuera del equipo en el 2008, mientras que se prevé una prórroga en el contrato del polaco Robert Kubica. No obstante, la nómina de Alonso bien podría sufragarse con los patrocinadores que éste arrastraría. Y de triunfar, sería un golpe de efecto sobre su vecina y rival Mercedes en el mercado alemán.