La nueva depuradora costará unos 50 millones y estará para el 2011

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SANDRA ALONSO

La Confederación Hidrográfica del Norte prevé licitar la obra para finales de este año El ministerio maneja cuatro modelos para sustituir a la deficiente central de Silvouta

02 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El Ministerio de Medio Ambiente no ha decidido todavía cuál será el modelo de depuradora que se instalará en Santiago para sustituir a la de Silvouta, aunque aspira a poder licitar la obra a finales de este año para que esté en uso en el 2011. Ése es el plazo que consta en el programa del departamento que dirige Cristina Narbona y que difícilmente se podrá adelantar, como pretende Raxoi, toda vez que este tipo de construcciones precisan tres años para su ejecución. De momento se están valorando cuatro modelos, dos convencionales y dos de tecnología más novedosa pero también sustancialmente más caros, un 30% en costes de construcción y de funcionamiento. La Consellería de Medio Ambiente (cofinanciadora de parte de la nueva instalación) y el Ayuntamiento recibieron ayer información detallada de cada uno de esos modelos y de la fase en que se encuentran los estudios técnicos para tomar una decisión. El propio presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez, y técnicos de este organismo se encargaron de exponer los pormenores del proyecto al conselleiro Manuel Vázquez y al alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, en la reunión que mantuvieron ayer en el Concello. Las cuatro alternativas, con sus consideraciones técnicas, se remitirán ahora a la Dirección General de Calidad Ambiental para que sus técnicos realicen las consultas previas sobre cada una de ellas y poder adoptar una decisión. En cualquier caso, la nueva depuradora será más cara de lo previsto. Inicialmente se planteó una inversión de 40 millones, una cifra que supera ya en dos millones el más barato de los cuatro modelos. Y el más caro se elevará a los 54 millones. Calidad y seguridad Sin embargo, el económico no será el factor prioritario, aunque «sen regatear vaise buscar tamén o custo máis razoable», según indicó el conselleiro de Medio Ambiente. El objetivo es depurar con las mejores tecnologías que existen en la actualidad, buscando la mejor calidad y seguridad y teniendo en cuenta las características de la ciudad. Y una importante en este caso es el bajo caudal de estiaje del Sar, según Marquínez, quien sostiene que el caso de Santiago es difícil porque el vertido del agua tratada irá a un río en el que el agua que se desaloje de la depuradora será mayor que su caudal. «Y eso exige que la depuradora trabaje con mucha calidad y seguridad para cumplir la normativa», afirmó el presidente de la Confederación, quien asume que la actual estación de Silvouta es insuficiente y deficiente. La tecnología más novedosa trabaja con sistemas de membrana y biofiltros, sistemas distintos a los convencionales que tienen ventajas de funcionamiento y precisan menos espacio. Según Marquínez, el sobrecoste de la dotación de una nueva estación de depuradora de aguas residuales (Edar) en Compostela estará justificado si se opta por alguno de estos modelos, aunque el alcalde precisa que si bien los parámetros que primarán serán los de calidad y seguridad en la búsqueda de la mejor opción, también deben valorarse los costes más razonables dentro del respeto a esas premisas. Bugallo no se refiere tanto a los costes de construcción, sino a los de funcionamiento, porque el nivel de gasto en ese sentido habrá de repercutirse en el recibo de los ciudadanos. «O obxectivo será ter a mellor depuradora, a que garanta os mellores resultados, pero tamén co custo de funcionamento máis razoable».