El colector de residuos entre Pontepedriña y la depuradora dará servicio a 68.000 personas La obra de la red alterará 638 fincas y afectará a Televés, el Santa Apolonia y la papelera de Brandía
31 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?n una decisión que el Boletín Oficial del Estado hará pública en las próximas horas, el Gobierno central ha aprobado por fin el proyecto llamado a terminar con los vertidos no malintencionados al río de la ciudad. Se trata del segundo y último tramo del nuevo colector general del Sar, 5,7 kilómetros de red genérica más 3,6 de ramales que discurrirán entre Pontepedriña y Silvouta. Los técnicos lo han dimensionado para canalizar hasta la estación depuradora que se construirá en ese último lugar -la actual es provisoria- los residuos de 68.801 habitantes repartidos por una superficie de 610,5 hectáreas. Se beneficiarán tanto el punto de origen como las zonas de Conxo, Fervenza, Milladoiro, Sarela, Brandía y Laraño. El Ministerio de Medio Ambiente da vía libre al plan después de una tramitación que en principio iba a ser de un año y al final ha durado casi el triple. Su ejecución obligará a expropiar 15.816 metros cuadrados de terreno a 82 personas, instituciones y empresas, espacio equivalente a dos plazas como la del Obradoiro. No obstante, entre servidumbres perpetuas y otras afecciones se verán alteradas un total de 638 fincas. El departamento de Cristina Narbona programa comprar 580 metros cuadrados propiedad de la papelera de Brandía. Durante las obras, además, prevé ocupar otros 455 de la compañía Televés y 89 del colegio Santa Apolonia, así como 242 del asilo de San Marcos y 49 del Cottolengo. De manera inminente, eso sí, se abrirá un período de un mes durante el cual quienes se sientan perjudicados por esta actuación podrán presentar cuantas alegaciones estimen oportuno formular. El expediente que ahora reactiva el Ejecutivo camina con 15 meses de retraso sobre el correspondiente al primer trecho de colector (San Lázaro-Pontepedriña), cuya materialización se encuentra en fase de subasta pública por un importe máximo de 11,3 millones y un plazo tope de dos años y medio. No costará ni se demorará menos el tramo complementario, pues será un 50% más ancho que el inicial (600 milímetros extra) y el doble de largo. Acabados ambos y levantada la depuradora que sustituirá a la obsoleta y saturada que tiene Compostela en estos momentos, Santiago cumplirá por fin con las exigencias de la UE. No será antes del 2010-2011.