Apertura con sotana y muiñeira

SANTIAGO

N.?R.?N.

En directo | Inauguración del geriátrico de la Fundación San Rosendo en Arzúa El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, bendijo el acto, al que también asistió Anxo Quintana, que fue recibido por dos gaiteiros contratados por su departamento

26 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

?epe Vaamonde y Xosé Manuel Sánchez aguardaban ayer, como mucha otra gente, a las puertas de la residencia de la tercera edad de Arzúa. Se celebraba la inauguración del centro que la Fundación San Rosendo construyó a escasos metros del casco urbano de la localidad. Su espera sería como la del resto de no ser por la misión que les fue encomendada en la apertura del geriátrico, en el que, un par de meses después de que comenzase a funcionar, conviven una veintena de ancianos. A un lado del aplastante calor que, seguro, tuvieron que soportar enfundados en sus atuendos de batalla mientras los demás asistentes se cobijaban a la sombra del porche del edificio, los tocayos actuaron como gaiteiro y percusionista en el acto, que comenzó unos veinte minutos después de la hora prevista por el retraso en la llegada de Anxo Quintana. El coche oficial del vicepresidente de la Xunta hizo parada al filo del mediodía. Lo recibieron directivos de San Rosendo, con su presidente Benigno Sánchez a la cabeza; el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; y el alcalde de Arzúa, Xaquín García, a quien Quintana se dirigió durante su intervención como «o meu amigo e compañeiro». Los acordes del dúo musical, miembros de la Asociación de Gaiteiros Galegos, que ha suscrito un acuerdo de colaboración con Vicepresidencia de la Xunta, sonaron como arranque del acto de inauguración del geriátrico gestionado por la institución ourensana, que recibió la bendición de monseñor Barrio. Los discursos, hasta tres aparentemente improvisados se escucharon en el recibidor del geriátrico, siguieron al oficio religioso, en el que el arzobispo compostelano elogió la función que desarrolla San Rosendo dignificando a las personas mayores. «Aínda se pode facer moito para acrecentar a conciencia das esixencias dos anciáns, para axudarlles a expresar mellor as súas capacidades, e, sobre todo, para lograr que se respete e valore sempre e en todo lugar a súa dignidade de persoas», fueron las palabras pronunciadas, al respecto, por Julián Barrio, a quien, tras su intervención, brindó un amable gesto de saludo el vicepresidente autonómico. También Quintana expresó su parabién a la Fundación por su contribución a la oferta asistencial a la tercera edad, que, en la comunidad, afirmó, «está moi por debaixo da media estatal». «Se temos algo de cobertura é porque fundacións como San Rosendo se adicaron a facer este labor», manifestó el vicepresidente de la Xunta, que aprovechó el acto para avanzar la política prevista en esta materia por su departamento. Tras las alocuciones de rigor, paseíllo por la residencia para conocer las instalaciones y de colofón, un ágape.