Jóvenes, mujeres y empresarias

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SANTIAGO

ÁLVARO BALLESTEROS

Testimonio | Un ejemplo de cultura emprendedora Salbia, seguridad e higiene alimentaria, es el nombre de una recientísima empresa que acaban de constituir dos jóvenes biólogas compostelanas. Y ya tienen cartera de clientes

10 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

?rma Moreno y María Serantes acaban de constituir formalmente Salbia, una empresa dirigida al sector de la alimentación. A sus 28 años son dos de las emprendoras que han hecho realidad su proyecto al amparo del programa Uniemprende. Su faceta como empresarias surgió por casualidad. Conocían a gente de la hostelería, y sabían que comenzaban a endurecerse los requisitos para permenecer en este sector, con planes de calidad, cursos de formación... Fue ahí cuando se lanzaron estas dos biólogas, cuyo principal escollo fue la parte económica y financiera de su plan de empresa «porque somos biólogas y claro, no teníamos ni idea». Con dos mil euros por cabeza como capital inicial, Irma y María dieron de alta en febrero su primera empresa. Aseguran que en Santiago no hay además competencia en este sector, y cuando estén más asentadas montarán un laboratorio de análisis y alimentos. Los servicios que ofrece esta entidad, ubicada en la incubadora Uninova, en el polígono del Tambre, son la elaboración de manuales de puntos críticos o formación para obtener el carné de manipulador de alimentos. Para acabar de entrar en el mundo del autoempleo, a estas dos jóvenes empresarias no les va nada mal. Unos días después de darse de alta ya tienen cinco clientes. Consolidadas Si Salbia es un ejemplo de una empresa joven, dentro el programa Uniemprende ya pueden encontrarse proyectos consolidados y con mercado internacional. Es el caso de Galquimia, una empresa ubicada en Touro y que se dedica a la síntesis de elementos orgánicos en pequeñas cantidades, obteniendo determinados compuestos vitales para la elaboración de fármacos. Desde su creación, esta entidad -cuyos promotores son Jacobo Cruces y Carmen Pampín- ha multiplicado su número de trabajadores y se afianza entre sus clientes del mercado de farmacéuticas españolas e incluso del extranjero.