La Oreja de Van Gogh pondrá las notas finales al Apóstolo 2003

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SANDRA ALONSO

El grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh cerrará esta noche, tras el estruendo pirotécnico, las fiestas del Apóstolo 2003 con un concierto revestido de gran producción pensada para recintos como estadios o plazas de toros, a base de elementos audiovisuales como pantallas gigantes diseñadas para una mejor comunicación con el público.

30 jul 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Álvaro Fuentes, bajista del grupo que en la tarde de ayer cargaba las pilas en la playa de Zarauz, recordaba ayer sus anteriores actuaciones en el Obradoiro, un lugar, dice, «que nos da buenísimas vibraciones, del que tenemos un recuerdo maravilloso y un emplazamiento que no puede ser más espectacular». Los donostiarras saldrán a las nueve de la mañana de la capital vasca en furgoneta. Aunque son tal vez el grupo pop español de mayor impacto, prefieren viajar por carretera a hacerlo en avión. Tal vez la explicación radique en que son un grupo con fama de muy bien allegado y así lo ratifica Álvaro: «Es mejor para nosotros viajar juntos en furgoneta porque, además de la comodidad, hacer todo los cinco juntos es muy importante. Si no fuesemos así, bien allegados, todo el trabajo que hacemos nos hubiese sido más difícil de asimilar». Los temas del último disco Las cosas que te conté mientras te hacías la dormida , conformarán el repertorio de las dos horas de concierto, pero, aclara Álvaro, «no van a faltar las canciones del primero y segundo disco que para nosotros son muy importantes». El bajista no deja pasar por alto el montaje, «que va a ser más grande que otros años, con unas grandes pantallas de vídeo. La gente de lejos oye todo pero no ve nada, y así ayudamos a paliar la distancia. Con eso esperemos que haya mucha fiesta y que la gente se lo pase bien con nosotros». Este año el grupo no ha podido hacer tantos conciertos como en años pasados y decidió optar por aumentar el aforo de los mismos. Un aforo que podría superar al de Van Morrison en A Quintana, que iba a meter a cinco mil personas. «Difícilmente nos podemos comparar con ese monstruo», dice rotundo el bajista de La Oreja, grupo que con su anterior disco, El viaje de Coppercot , vendió cerca de 1.800.000 ejemplares, lo que en tiempos del top manta no está pero que nada mal. Con canciones sencillas y cotidianas con el amor en todas sus vertientes como fondo y el pop como forma, estos cinco exuniversitarios donostiarras siguen llenando grandes escenarios. El secreto esta tal vez en esa sencillez, también a la hora de componer, de la que habla Álvaro, cuya «raíz musical está en Amaia y Xavi, voz y teclados, pero que tiene como núcleo de la cuestión a los cinco. Si falta alguno de nosotros ya nos sentimos raros». Praza do Obradoiro.