El Gobierno culpa a los conductores de los accidentes en la curva de Furelos

XOSÉ GARCÍA MELIDE

SANTIAGO

La Administración central no tomará medidas ante una petición del PSOE Las presiones a la Administración para que dé solución al punto negro más trágico de las carreteras melidenses vuelve a cobrar actualidad. El parlamentario socialista Ceferino Díaz pidió al Gobierno central medidas para terminar con la siniestralidad en la curva de la Nacional 547 en Furelos, a la salida de la zona urbana de Melide en dirección a Lugo. Se trata de una petición que ya hicieron los empresarios melidenses. La respuesta fue la misma para ambos: la culpa es de los conductores que no respetan las normas en la zona.

04 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

En su respuesta al grupo socialista, el Ministerio de la Presidencia señala que la curva de Furelos «se encuentra señalizada y balizada, de acuerdo con la normativa vigente». La única medida que proponen para acabar con la siniestralidad se limita a que «los usuarios tienen que habituarse a adecuar la velocidad a las características de la carretera, que están suficientemente señalizadas y advertidas». La contestación finaliza diciendo que «se han tomado las medidas oportunas al señalizar y balizar adecuadamente. No obstante, se insistirá en analizar la posibilidad de mejorar el mensaje, si bien de forma permanente se analizan las carreteras para adoptar las medidas preventivas adecuadas». Se trata de una respuesta parecida a la dada por Fomento a las peticiones de la Asociación de Empresarios Terra de Melide (Asetem) ante la demanda de una glorieta a la entrada de la curva para evitar los accidentes mortales. En su informe, Fomento decía que la rotonda solicitada por los empresarios aumentaría los siniestros con daños de menor cuantía, al introducir un obstáculo en la calzada que no sería advertido por los conductores. La reacción del colectivo empresarial de Melide, Asetem, fue criticar la contestación al considerar que con ella se estaba dando «un tratamento frío e estatístico cando estamos a falar de vidas humanas». Por ello volvieron a repetir sus reclamaciones. En cualquier caso, el Ministerio de Fomento reconoció entonces la posibilidad de trasladar un cruce cercano por su escasa visibilidad y reducir en diez kilómetros la velocidad máxima permitida en el tramo de la curva de Furelos, medidas insuficientes para el empresariado melidense.