Arzúa inauguró la Festa do Queixo a golpe de gaitas y guitarras eléctricas

XOSÉ GARCÍA ARZÚA

SANTIAGO

X. G.

Los actos comenzaron por la tarde con pasacalles de música tradicional y conciertos de rock Arzúa vivió ayer una jornada de espera del acontecimiento social más grande del año para sus habitantes. Durante todo el día se apuraron los preparativos y trabajos de última hora para que los visitantes se encontrasen con todo perfectamente preparado hoy. Rótulos y stands en el recinto ferial, pendones en las farolas o el escenario donde ya actuaron los primeros grupos de rock, fueron un ir y venir de tareas que mantuvo ocupada la mirada de los curiosos. Y todo por algo tan sencillo como el queso.

02 mar 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Además de los preparativos y trabajos propios de organización de un evento de estas dimensiones, también tuvieron lugar, ayer en Arzúa, las primeras manifestaciones festivas del programa en forma de música tradicional. Fue a partir de las 19.00 horas, cuando la Escola de gaitas San Xoán Piñeiro, de Mugardos, iniciaba un pasacalles para vestir de fiesta a la villa que será el ombligo de Galicia por un día. Una hora después, la Escola de gaitas Castro Curbín, de Arzúa, tomaba el relevo y llenaba de agudos sones y redobles de tamboril y bombo las calles. Fue un modo de preparar a la gente para lo que se les avecinaba. La gente joven tuvo que aguardar hasta la noche para poder saltar al ritmo de los más diversos estilos de música moderna. Empezaron con los locales Wet Backers y ese cóctel que sirven tan suyo donde mezclan soul, blues y rock. Después seguiría la actuación del grupo coruñés Deluxe, que tocó temas de su disco Not what you had thought. Fue el preámbulo para la actuación de Fangoria, la nueva formación a la que dan vida Nacho Canut y Olvido Gara Alaska, auténticos dinosaurios del pop español desde aquellos tiempos de la movida madrileña.