Carlos Sobera: «Es bueno ir al teatro por el morbo de ver al personaje conocido»

M. BECEIRO SANTIAGO

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El popular presentador hace su incursión en la escena profesional con «Palabras encadenadas» Carlos Sobera, el popular presentador televisivo del concurso «50x15», vuelve a Santiago como actor teatral. Pero, a diferencia de hace diez años cuando había venido como representante de un aula universitaria a la Feira do Teatro, lo hace como profesional y famoso. Sobera no quiso desaprovechar su primera incursión en el teatro profesional con «Palabras encadenadas», obra que califica de magnífica y en la que encarna a un asesino en serie que tortura a su mujer, papel que interpreta Elisa Matilla. El actor define esta pieza que dirige Tamzin Townsend, como una «comedia negra».

19 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

El famoso presentador está muy contento con su trabajo en esta pieza del catalán Jordi Galceran que, desde su estreno en febrero, está yendo muy bien. Últimamente las productoras de teatro tiran de la fórmula de recurrir a presentador o personaje famoso televisivo para hacer un espectáculo y garantizarse así el éxito de taquilla. Sobera piensa que «ser un personaje relevante de televisión hoy en día es ya un mérito, porque hay muchos que están en televisión horas y no lo consiguen nunca». El popular personaje cree que esto es bueno «en la medida en que luego el espectáculo que se da al público es bueno también, porque eso hace que la gente que nunca se acerca al teatro lo haga simplemente por el morbo de ver a un personaje conocido. Y si el espectáculo les gusta, porque hay un buen trabajo, es gente que se gana para el teatro y que antes no estaba ganada. Si, por el contrario, el espectáculo es repulsivo, estaría cayendo en un supuesto de estafa artística». El presentador afirma que Palabras encadenadas está en el primer caso «porque la reacción del público es muy buena y el espectáculo teatral la verdad es que gusta mucho». Sobera se ha convertido en otro vasco que conquista Madrid. Un fenómeno que el actor explica porque «la mayoría de los actores que hablan sólo castellano, e incluso los bilingües, si quieren crecer profesionalmente no tienen más remedio que irse a la capital que es donde está la industria».