Santiago se suma a la recogida de ropa usada con destino al tercer mundo

La Voz

SANTIAGO

En las próximas semanas se colocarán 25 contenedores en el Ensanche, Fontiñas y otros barrios de la ciudad La proximidad de la época navideña es un buen momento para la presentación de campañas encaminadas a despertar la sensibilidad de las personas. Este es el principal objetivo de la iniciativa presentada ayer por el Concello de Santiago y la ONG Humana, que consistirá en la recogida de ropa usada mediante la instalación de 25 contenedores en la ciudad. Esta iniciativa humanitaria coincide con otras campañas, que pondrán en marcha Cáritas, Proyde, Cruz Roja y Don Bosco. Todas estas entidades desarrollan proyectos de apoyo y asesoramiento a familias necesitadas del municipio durante todo el año.

20 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

REDACCIÓN SANTIAGO Los 25 contenedores para recoger ropa usada se comenzarán a instalar en breve en los barrios del Ensanche (quince), Fontiñas (cinco) y el resto en los otros barrios de la ciudad. Los contenedores se irán incrementando en un número de cinco por año. La ropa donada por los compostelanos será clasificada por la organización no gubernamental Humana en dos partes. Una de ellas se enviará a países africanos y la otra se venderá con el fin de recaudar fondos, que puedan sufragar algunos de los proyectos de desarrollo y cooperación de esta ONG en países como Angola, Mozambique, Zambia y Zimbague. El convenio, que ayer firmó el Concello de Santiago con la ONG Humana, tendrá una duración de cuatro años. Este mismo acuerdo está en marcha en otros ochenta municipios de Galicia y en otras ciudades españolas. La puesta en marcha de esta campaña de recogida de ropa usada tiene un doble objetivo. Por un lado, sensibilizar a los ciudadanos en la ayuda a los países del tercer mundo; y, por otro, seguir caminando hacia la recogida de residuos selectiva. Hasta ahora, el destino de la ropa usada es mayoritariamente el vertedero de Piñor, ya que los ciudadanos emplean los contenedores ordinarios para tirar la ropa sobrante. Otra parte, mucho menor, es depositada en las parroquias o donada a instituciones benéficas. Los promotores de esta iniciativa esperan recoger más de ochenta kilos a la semana.